Pastelería Bio y libros. Jardín hispano-árabe Al-Kauthar. Eco-tienda y bebidas bio

El jardín de deleites y placeres que María José ha construido en Al-Kauthar es una auténtica rara avis en este país. Nada más cruzar la puerta te trasladas a una suerte de Alhambra en la que tomar un delicioso té moruno acompañado de unos sublimes pastelitos de limón o de dátiles. No me cansaré de recomendarlo.

Que suerte encontrar un rincón con tanto encanto en Castronuño.
Un lugar que transmite paz, tranquilidad e invita a la relajación. La dueña es encantadora y tanto los postres como los tés son de elaboración casera, sostenible y ecológica. El té nos lo ha preparado con hierbas que ha sacado directamente del huertecito, una auténtica delicia y un proceso maravilloso, pasándolo de un recipiente a otro para que cogiera todo el aroma.
Es el sitio perfecto para terminar la tarde después de recorrer los maravillosos senderos del pueblo que discurren paralelos al río Duero. Muy recomendable la visita.

Un precioso sitio donde descansar y tomarte un té con pastas artesanos y ecológicos, respiras tranquilidad. Siempre que puedo paso a por unos dulces, en casa no faltan! María José además es un encanto! Gracias por todo

La calidad de la repostería está a años luz del precio al que la pagas. Por 55€ el kilo, lo mínimo que esperas es una masa bien hecha y cocida, no reseca y medio cruda, sin color alguno. Por mucho que sea repostería árabe, en ningún caso eso significa que el pastel deba estar en esas condiciones. La relación calidad precio es espantosa.

Edito: Nivel de soberbia del personal, de aúpa. Elimino lo de que el sitio es precioso porque con esta actitud, ni eso se libra. Podéis ver en la respuesta de la dueña que en ningún momento defiende con hechos su repostería, que es pésima. Si eso es refinado y exquisito, madre mía. Mucha palabrería que, al final, eso sí que es realmente lo que vende. Probad y juzgad vosotros mismos, si os sobra el dinero y la tolerancia a que os vendan humo.

Un lugar único en Castilla y León. Al-Kauthar tiene bien puesto su nombre, es abundante en buen gusto y atractivo.
Hemos pasado un buen rato en compañía de María José que es de lo más encantadora, con quien mantuvimos una larga conversación y se animó a mostrarnos su obrador. Nos llevamos un surtido de dulces árabes que elabora artesanalmente, ecológicos 100%, que no sólo son exquisitos sino que demuestran a cada bocado lo que llamo “cocinar con amor”.
Ver cómo esta mujer ha construido este paraíso, es inspirador.
Ha sido un placer inmenso descubrir este lugar, repetiré mil veces.

Un lugar acogedor, con árboles, plantas y el sonido del agua de una fuente. Me sentí en los jardines de La Alhambra. Los pastelitos de María José, una delicia y el café excelente. Pero lo mejor la cálida acogida de la propietaria, su cercanía, dulzura y agradable conversación. Coincidí con otros dos clientes y se formó una tertulia inesperada y enriquecedora entre todos. Esto es lo que se recuerda de los viajes, la cercanía con otras personas. Aconsejo vivamente una visita a la pastelería. No te defraudará. Un abrazo grande Marijose.

Tras valorar la información existente sobre Al Kauthar en las redes y como resultado de la visita, manifestar una profunda decepción y una soberbia sensación de engaño y mofa. Tanto por el negocio en sí como por el trato recibido.
No seré yo quien juzgue el justiprecio de los productos artesanales que allí se venden (en mi modesta opinión, caros por exóticos y no otro motivo) pero el servicio recibido dio como fruto denunciar la situación en un amago de justificación intolerable por parte del dueño que debería cuidar muchos aspectos de su negocio evitando cuestionar lo que el cliente decida hacer, por libre albedrío, en el resto de establecimientos.
Por ende, denunciar la falta de información visible de precios, ingredientes, fechas y lotes de caducidad de los artículos artesanales puestos a la venta. Significar también que la etiqueta del negocio como “Pastelería Cafetería Bio“ es como mínimo engañosa; en ningún momento vislumbramos ni pudimos recibir, por inexistencia, los servicios propios de una cafetería.

Disfrutamos mucho la tarde de ayer en el jardín hispano Árabe de María José. El trato fue inmejorable y los dulces estaban todos riquísimos. Recomendamos mucho la visita a este rinconcito tan especial de Castronuño!