Pasteleria Horno San Antonio valdepeñas

Me pasé por allí para comprar antes de tener que volver a Valencia, unas trufillas, y acabe saliendo con algunas cosas más.

En Valencia es tan raro encontrar pastelerías de este estilo que cuando vuelves al pueblo tienes que pasarte si o si.

Ah! Y el Donuts de caramelo espectacular! A ver si cuando vuelva puedo enganchar alguno más.

Gran pastelería familiar de Valdepeñas, tienen de todo, pasteles grandes, pequeños, pastas de te y mucho surtido de tartas todas riquísimas , todo hecho por ellos, son muy amables y simpáticos, son buena gente, lo recomiendo.

Pastelería SÚPER RECOMENDABLE 🔝
Todo artesanal y con buenísima calidad.
Lo que más me gusta son las pastas de té y las milhojas 😍
La tarta de Ferrero está buenísima

Excelente pastelería con horno propio y elaboración artesanal con un surtido interminable de dulces, tartas, pastas, mini pasteles.
Muy conocido y valorado por los ciudadanos de Valdepeñas por la calidad de sus productos y la profesionalidad de sus artesanos pasteleros.
En festivos te tocará esperar pues es lugar casi obligatorio.
Difícil aparcar en la cercanía, aunque no tendrás que aparcar muy lejos pues la zona residencial está bien de placas libres.
Sabor genuino y auténtico, con personalidad propia.
No tienen o no he encontrado postres para celíacos, deberías preguntar.

Muy recomendable.

Encargué una tarta de yema tostada con una foto personalizada para un cumpleaños con más de una semana de antelación, por consejo de ellos… les advertí que no quería que fuera congelada y me aseguraron que las hacían recientes, mi “sorpresa” fue que al partirla ese mismo día aún estaba congelado el bizcocho por dentro, me sentí engañada. No lo aconsejo, ni pienso repetir. La atención de los que hablé por teléfono muy desagradables, se nota que les sobran clientes

Da gusto pasar a este sitio. Te atienden muy bien y sus productos están buenísimos!!!

Grandes profesionales que los recuerdo de toda la vida. Cremas finas, chocolates no demasiado dulces, "cochura" buenísima.
Mi recomendación, su tarta estrella, la de profiteroles. No has probado una igual

La viticultura y la producción de vino se originó, según parece, en el Cáucaso (hoy Georgia) y en el Asia Menor (hoy Turquía). Por lo tanto, como ocurre en tales casos, la palabra debe proceder de alguna lengua de aquella zona, pero que no se sabe con exactitud. Fuera de la familia indoeuropea, concretamente entre las lenguas semitas, está el árabe y etíope wain, el asirio īnu y el hebreo yàyin una forma proto-semítica *wainu. El término está igualmente en las lenguas kartvelianas del Cáucaso (georgiano), las lenguas indoeuropeas de Asia Menor (hitita y luvita) y del Cáucaso (armenio). La palabra, junto con la viticultura, viajó hacia el Mediterráneo occidental, y se encuentra en griego οἶνος, el albanés vēnë y el latín vinum (de donde viene el castellano vino). Del latín pasó al celta (irlandés antiguo, fin; galo, gwin), al germánico (idioma gótico, wein; alemán, Wein; inglés, wine) y al eslavo (eslavo antiguo y ruso, vino), y del eslavo pasó al lituano výnas.