Sweet Mon

Buen sitio para tomar batidos, smotthies o frappés. Además tienen muy buen precio. Volvería sin duda

Lo que parecía que iba a ser un gran descubrimiento, resultó ser una gran decepción. Fui dos veces las primeras semanas de septiembre. Me gustó mucho la decoración y la limpieza del local, y ese olor a pastelería recién hecha que llega desde el obrador que tienen justo al lado. La primera vez pedí un gofre y un batido de vainilla, pero ya no quedaba vainilla y tuve que optar por otro sabor. La segunda vez fui con unos amigos y traté de pedir una copa de helado. La respuesta fue que se estaba terminando el verano y el proveedor estaba dejando de traerle helados, por lo que apenas le quedaban variedad de sabores (cuatro en concreto). Llama la atención que un local con una carta donde la gran mayoría de las propuestas son helado o llevan helado, tengan un proveedor que sólo le trae uno de sus productos estrella en verano. Mis amigos también iban a pedir algo de helado, pero al final tuvimos que optar por tomar algo de la pastelería, que tampoco es que tenga mucha variedad (hay que preguntar qué hay disponible en ese día). Pedimos dos trozos de tarta y un cupcake, y todo estaba algo seco. No era rancio, como dicen otros comentarios: es simplemente que no están bien hechos.
Por otra parte, tardaron mucho en servirnos. Estuvimos a punto de marcharnos sin tomar nada.

Cafetería-pastelería con tartas y desayuno con un trocito de bizcocho a mayores. Licores de numerosos sabores (tarta de almendras p.ej.

Todo perfecto salvo que había una sola camarera y el local estaba lleno en plena hora de merienda, cosa que es muy habitual, deberian solucionar eso, por cierto la camarera muy servicial y atenta.

Local bonito con mucha variedad.
Tomamos 2 cafés(irlandés y vienes) y 2 crepes.
La valoración baja es por sabor y calidad de comida.

El trato indiferente, con la mascarila bajada detrás de la barra va a atender a la gente de confianza con l a mascarilla bajada PROTOCOLO COVID 0 , café horrible y muy caro, la tarta seca se nota que no son hechos del día, no volver.

No muy contento la verdad, un dia tienen bolas de dos sabores y al siguiente si quieres dos sabores coges dos bolas, con la excusa de los alergenos cuando limpian el sacabolas siempre en el mismo agua con lo que la transferencia de alergenos esta garantizada. Se les pidió una de las bolas en una tarrina grande por que era para un niño pequeño, de nuevo un dia si y al siguiente no. Los camareros muy agradables, el encargado tratando en segundo plano con desden. Espero que lo corrijan por que tiene un gran sitio y buen producto.

Una estrella ya es mucho,nunca vi menos ganas de trabajar. Una mesa al lado de la barra más de media hora esperando a ser atendidos y finalmente nos fuimos sin atender. Lo entendería si estuviese el local lleno pero solo había dos mesas ocupadas. Cuando nos ven marchar nos quedan mirando como si nada...en fin.. para no volver