Pizzería La Bella Italia

El reparto a domicilio es una auténtica vergüenza, las pizzas llegan frías y con mucho retraso, es una pena ya que están muy buenas, pero ya no es la primera vez que pasa…
Decepción total

Buenísimas las pizzas. Al principio pensaba que era pequeña, pero realmente están muy buenas y tienen el tamaño perfecto.

Las pizzas están bastante bien, pero lo mejor del sitio es Álvaro el repartidor, muy majo y buena gente.

Ni se os ocurra pedir a domicilio, tardan mas de una hora (y siempre). Soy clienta habitual, y es una vergüenza. Para colmo llegan siempre frias. Vergonzoso

Mas de una hora y media y aun esperando 2 pizzas!!!!!, servicio a domicilio y atencion al cliente NEFASTO. NO LOS RECOMIENDO

No se merecen ni una sola estrella, el servicio a domicilio es nefasto hemos estado esperando más de una hora y media por dos pizzas y cuando llega el repartidor abrimos las dos pizzas para comprobar que estaba correcto y se habían equivocado con los productos que habíamos pedido se lo comunicamos tanto al repartidor como al local y nos dicen de respuesta que se la devolvamos al repartidor que nos la cambian a lo que nuestra sorpresa es que el repartidor se niega a llevarse la pizza y se va porque tenia más trabajo y tuvimos que volver a llamar y esperar que viniera otro repartidor para que nos hiciera el cambio y una de las pizzas fría de tanto esperar, NO LO RECOMIENDO

Le pongo solo una estrella, pero no merecida, le pondría 0 estrellas. Las cinco se las daría a los trabajadores, por aguantar lo que los dueños tendrían que soportar. Por favor, menos mesas y pedidos y más hornos con capacidad para atender la clientela que pretenden tener. Un 10 para los trabajadores y un menos 10 para el dueño

Las pizzas están buenas y tienen un precio competitivo. Tienen esencia. El provolone está también bueno. La pasta no me parece nada del otro mundo, junto con las patatas fritas, que o vienen saladas o sosas. El pan de ajo a veces lo sirven frío. Recomiendo comer pizza si vais o pedís. El repartidor llamado Miguel es un encanto.