Artilleiro PR

Fuimos allí a pasar una noche, y estuvo todo genial. La habitación una preciosidad, muy cuca, la pensión es una pasada de bonita, y la dueña del lugar es adorable. El desayuno es como tomártelo en casa, te lo prepara ella, con cariño y detalles, es encantadora. Muy buena ubicación, sin duda un lugar más que recomendable, volveré seguro!

Mi madre y yo nos hospedamos aquí tras terminar el Camino de Santiago, y no pudimos hacer una mejor elección. El hostal es una antigua casa reformada, con una decoración preciosa y un patio muy bonito. Además, las hermanas que lo regentan son encantadoras, y preparan unos desayunos deliciosos. Recomendaría al 100% quedarse en este hostal/pensión y, de hecho, cuando volvamos estoy seguro que nosotros nos quedaremos allí.

Hemos estado unos cuantos días y la verdad que es un hospedaje super acogedor y la atención recibida por sus dueñas a sido excelente. Está apenas diez minutos andando del centro. super limpio todo, desayuno fantástico. Muy agradecido por la atención recibida. Sin duda un hotel muy recomendable.

Hemos estado unos días alojados aquí, han sido excelentes, la habitación silenciosa, limpia y cómoda; la ducha fenomenal, pero lo mejor la cordialidad de Elena, Pastora y Susana que te hacen sentirte como en casa.los desayunos son de estrellas Michelin, gracias por vuestro cariño, nos veremos pronto

Un hotelito pequeño y muy acogedor! Las hermanas que lo llevan son encantadoras y muy atentas. Se ve el cariño que le ponen a todo y eso lo nota el huésped.

Es 100% recomendable! No le doy más estrellas porque no hay!! ⭐⭐⭐⭐⭐⭐

Esta que ha sido primera y "breve estancia" en el "Artilleiro" ha dejado huella en el corazón y ganas de volver... por la acogida y atención de las tres hermanas propietarias... por el estupendo desayuno, que era "un detalle más"...por la historia, el entorno y cada rincón de la casa... todo ha sido preciosa muestra de lo que lleva a sentir "estar en el hogar".
Sin duda, un lugar que recomendar y al que volver... además de para "perderse" en Santiago, quizá también para disfrutar de esas "noches de cuentos" que tienen en proyecto... o para degustar esos platos "a fuego lento" de la "mamá"... o para lo que sea +

Llego a las 19:00 horas y me encuentro cerrada la puerta y nadie responde al timbre, después de 15 minutos tengo la suerte de que sale un huésped y puedo entrar después de un rato me dicen por teléfono que me han informado de cómo entrar por wassahp, pero yo no lo había recibido.
Por un lado La habitación doble no dispone de armario para colgar la ropa,.

Por otro lado Hay que ser técnico en ventanas, por el Velux de la habitación abuhardillada entraba agua y nos dicen que tras la inspección del perito , no estaba bien cerrada, es la primera vez en mi vida que tengo que comprobar personalmente el estado de las ventanas, me supongo que sea la dirección la que tenga que asegurar que todo está en perfecto estado y que el huésped no acabe totalmente mojado, está claro lo importante es la habitación no que el cliente no haya podido dormir y acabe calado de agua.

Nos tocó una buhardilla sin aire acondicionado, algo que no ponía en la reserva (no habríamos reservado este tipo de habitación). Primero por el calor que hizo durante todo el día y segundo xq teníamos que andar agachados en parte de la habitación.
Pese al precio de la pensión, muy pocos objetos de higiene, insuficiente para 2 noches y 2 personas.

No pudimos reclamar otra habitación ya que no vimos a la gente de recepción hasta el último día.