GastroBar LA GULA

La cocina es muy sorprendente, con carta muy amplia, conjugan platos tradicionales con tapas muy innovadoras.

Hemos probado el pionono, el maki, la butifarra, taco de atún y la pasta fresca y estaba todo de 10.

El servicio muy rápido y atento.

Un buen lugar donde sentarse al sol de invierno para disfrutar de una comida fantástica. Nos llamó la atención por ocupar el anterior lugar de los montaditos y quisimos probarlo para quedar gratamente sorprendidos. Una cocina diferente que no puede uno dejar de probar. Imprescindible el pionono de bacalao, la morcilla de atún, las tostas... vamos, todo lo que nos recomendó el amabilísimo servicio que nos atendió, de diez todos y cada uno de ellos/as. Además tienen una buena variedad de cerveza, que siempre es un plus.

Llegar y besar el Santo. Un descubrimiento.
Las navajas espectaculares... hacía tiempo que no las tomábamos y supieron a gloria.
Antes llegó el pionono de bacalao que hay que saborearlo.
Y la morcilla de atún...

Cocina tradicional con ese toque juvenil de Maria, su dueña. Buena carta de vinos, apostando por la manzanilla en rama, buen ambiente y una carta llena de mimo. Muy recomendable.

El sitio es nuevo y muy agradable. Comida de muy buena calidad y precio. María un encanto de camarera. Para volver!! 😍😍

Al principio, cuando iba de camino al restaurante, pensé que estaba tan lejos del centro como para tomarse la molestia. Nunca jamás he estado tan equivocada. Haría ese camino (que es en realidad 15 minutos) mil veces con tal de probar y disfrutar de los platos y creaciones del chef de este restaurante.
Su hija María nos atendió de la forma que sólo una persona trabajadora, espontánea y luchadora sabría hacer. Nos hizo sentir como en casa y parte de la familia.
Cada bocado de cada plato resultó ser una emoción absolutamente embaucadora y única. Ni en algunos restaurantes con estrellas y soles he tenido una experiencia similar.
Si vais a Sanlúcar, no perded la oportunidad de ir a comer a la Gula.

Una cocina espectacular, la butifarra de atún es de otro mundo y los piononos igual. Un arroz negro increíble y un trato muy humano y cercano. Le dimos la enhorabuena a la cocina, merecido totalmente. Volveremos sin duda.

Insuperable los platos que pedimos. Un autentico placer para el paladar desde los aperitivos como el pionono de bacalao o la butifarra de atún hasta los postres caseros que son de los mejores que probé jamas. Quien prueba repetirá sin dudarlo.