Restaurante Nuevo Raices

El personal súper agradable y atento. Con esa actitud y puliendo ciertas cosas, seguro que les irá genial.

El local está un poco desangelado, le falta un toque personal para adquirir un poco de personalid.

La música solo se escucha en la parte de la cocina, mejorar el hilo musical también ayudará a mejorar el ambiente.

La comida está bastante bien y tratan de hacerlo lo mejor posible.

Tienen una gran actitud y eso me encantó. Les deseo lo mejor y mucho éxito.

Parece ser que han vuelto a abrir el restaurante tras un parón o un traspaso, desconocíamos esta información al igual que el cambio de carta. En principio, fuimos a cenar animados por la carta anterior.
Destaca un personal amabilísimo, tanto el chico como la chica, y algunos detalles que no pasan desapercibidos: quitan el tapón de los botellines delante de ti, se esmeran en el servicio y ofrecen buenos aperitivos con la bebida.
Pedimos el steak tartar y la cebolla se comía todo el sabor, este plato suele ir acompañado de pan y en este caso no traía ese acompañamiento. La tarta de zanahoria, en cambio, exquisita.
La carta resulta algo escasa, no hay oferta de otros tipos de carne como cerdo o pollo.

Terrible. Precios desorbitados con mal servicio y mala calidad. Como han dicho en otras reseñas, la puntuación pertenece al dueño anterior. Primero tardan en atendernos, cuando nos sientan nos ponen las bebidas sobre la mesa sucia y mojada, tengo que decirle que por favor la limpie. La carta muy pobre y escrita en una pizarra como si fuera un bar de vino y dominó pero con precios de risa. Nos pusieron una tapa de "mejillones", entre comillas porque eran de juguete, básicamente te ponen lo que no pueden vender. Pedimos tres platos: una ensalada de perdiz (14 euros), unas brochetas de pollo (12,50 euros) y unos pimientos rellenos de queso (10 euros). Más de media hora esperando para una ensalada que se tarda en montar 5 minutos, bueno, 5 minutos si sabes lo que haces. Súper agria y con aceitunas con hueso. La perdiz de bote 100%, si me dicen que es atún me lo creo. A la mitad del servicio la camarera fumando en la misma puerta del "restaurante". Decidimos cancelar el resto de platos, pedimos la cuenta y pagamos una copa de cerveza mala y un refresco a 2,50 euros cada uno.

Trato excelente del personal. He probado varios platos y todos buenísimos, si le sumas que la cerveza está súper fresquita, es un sitio ideal. Recomiendo escuchar las sugerencias que tienen cada día a parte de la carta.

Hemos llegado por casualidad, pero la experiencia ha sido muy grata. La comida muy buena y el trato excelente.

El sitio ha cambiado de dueños y las reseñas que hay son del antiguo. No tiene nada que ver con las fotos ni la carta es la misma. No tienen apenas variedad y los platos, aunque no están mal, tienen un precio demasiado elevado. Pero lo peor sin duda es el servicio pésimo del personal: 20 minutos en traernos la carta y errores al hacer la cuenta. Mantienen la nota de los dueños antiguos, aunque no tardarán en bajarla.

Le ponen ganas, pero relación calidad precio excesivo. Ejemplo gambas al pilpil 12,5€ por 10 gambas contadas. Nos recomendó la carrillada, 18€ por una carrillada muy simple. Poca cantidad/calidad..

El sitio tiene que haber cambiado de dueños recientemente porque no tienen ni la mitad de las cosas que salen en las fotos en la carta. La carta es una pizarra con lo que según ellos hay para pedir, precios que no son baratos, no hemos llegado a comer allí. Pedimos una caña y un agua con gas (que me la pusieron del tiempo) y nos cobraron 5€. El hombre que atiende diciendo a viva voz que si no nos gustaba era lo que había y que al menos nos sacaba 5€. NADA RECOMENDABLE, no es el sitio con buena puntuación que aparece aquí.