Taberna El Manteca

Fuimos a comer, guiado por las buenas reseñas en Google maps. Cuesta un poco llegar, está en el centro del pueblo y es complicado aparcar. Mejor ir pronto, se llenó de gente enseguida. Es un bar tirando a 'viejo' pero simpático. Hay terraza y baño, y unas 8 mesas en el interior. Menu del día 9,50. Estaba escrita en una pizarra en la pared, unos 4 entrantes y 4 segundos para elegir. El gazpacho muy bueno y abundante, tirando a salmorejo. Pescado frito y el pollo empanada muy rico, aunque nada muy elaborado. En un momento paso un caballo cerca de la terraza, divertido.

Buena relación calidad precio, platos tradicionales con una buena carta. Buen servicio y atención. Buen pescado frito, ensaladilla tradicional y carnes sabrosas con platos con idea como los ojos de espinete y el miarma y champiñones rellenos.
Recomendable

Taberna sencilla con comida casera. Carta variada de tapas y raciones con algunos platos con nombres curiosos como “ojo de Espinete” o “Miarma”. Atención amable y comida muy rica. Pararé siempre que vaya por la zona sin duda.

Buen sitio para comer. Cerveza fresquita, gambitas buenas, y buen servicio. Tiene mesas dentro y fuera donde corre el aire y se está bien. Las tapas estaban muy buenas y son generosas. El aparcamiento es peculiar pero nada imposible, al ser un pueblo pequeño se llega fácil.

Comida y servicios exquisitos. No hay fotos de todo, pero la carne, el jamón, los fritos perfectamente hechos y los postres caseros de nivel top. Y de precio insuperable.

He venido un par de veces al restaurante y sin duda mejora (aún más si se puede) cada vez que vienes.
La primera vez tomamos el volcán ibérico y ahora acabo de tomarme un plato de Pez Espada que quita el sentido. La ensaladilla es un obligatorio.

Excelente sitio, llevado por los dueños Antonio y Pilar la comida se nota que está echa con productos de calidad y muy buena, servicio inmejorable ambiente familiar, idóneo para ir con familiares y amigos saldrás muy satisfecho

Aprovechando el levantamiento del confinamiento periurbano decidimos salir de nuestra localidad para comer. Buscábamos un sitio donde se comiera bien, sin masificación, con precios razonables y solecito, y todo ello lo encontramos en la Taberna El Manteca de Huevar.
Lo primero que hicimos fue reservar mesa para evitar sorpresas.
Cuando llegamos nos tenían la mesa reservada (había varias) y nos dieron la opción de elegir la que quisiéramos, incluso si no queríamos estar en la terraza comer dentro del local, pero optamos fuera.
La atención fue exquisita, así como la comida: casera y muy rica. Probamos carnes a la brasa y algo curioso por su nombre "ojos de espinete" que nada tiene ayver con lo que yo me imaginaba.
No tomamos postre porque teníamos algo de prisa, pero tenían una vitrina con dulces y pasteles que te decían "cómeme".
Cuando pedimos la cuenta nos trajeron como detalle unos chupitos de limoncello y otros de un licor de caramelo muy rico.
El bar estaba muy bien. No estaba masificado aunque tenía gente. También estaban sirviendo comida para llevar.
Los baños estaban limpios.
Con el GPS llegamos bien, solo que cuando llegamos al bar nos indicaba a la derecha y la calle ya era peatonal. Se puede aparcar por cualquier calle colindante.