El Caserio De Aguadulce Restaurantes

Cada vez que voy por la carretera Sevilla-Malaga este es mi lugar para hacer un descanso y parar. No hay que desviarse mucho, pues tiene la salida de la autovía a unos 100-200 m tenemos el caserío.
Tiene bastante sitio para aparcar, y los coches los puedes aparcar bajo techo.
El caserío está en alto y se accede bien por escaleras o por rampas.
Dentro, es un espacio muy amplio, con mesas individuales, mesas alargadas especiales para excursiones y un salón separado por cristales (antes era una tienda de souvenirs). Es autoservicio, aunque cafés, tostadas y bebidas que no estén "a mano" te lo dan ellos.
Ahora tienen menús.
Cuando entras en El Caserío de Aguadulce una cosa que sorprende es la recreación de una plaza de toros, un torero y un toro
Este lugar cuenta con baños, donde hay más de 10 en el de señoras (y es de agradecer, pues imaginaros esperar la cola de los viajeros de un autocar...).
Pero El caserío es mucho más que un bar-restaurante. Tiene una zona con máquinas de juegos, ventas de CDs de música, venta de souvenirs y dulces de la zona.
A mejorar: Tener provisión de leche sin lactosa. Un sitio así no se puede quedar sin este producto, ya que los que somos muchas las personas intolerantes a la lactosa y cuando paramos a tomar un café, no tenemos opción de cambiar. (Ya me ha ocurrido 2 veces, espero que no haya una tercera, porque sino, será la última).

Nos pedimos un par de bocadillos de tortilla y es lo peor que he visto, el pan seco y la tortilla, insipida y casi inexistente, finisima, muy poca para ese pan, subido de precio para lo que es. Y el local muy frio. Debimos de sospechar al ver el local tan vacío. Supongo que no solo es interesante que la gente pare, sino que repita. Desde luego, yo noo pienso volver, y me da que más de uno ha hecho lo mismo, sábado a las 15.00 de la tarde y vacio. Si se lo curraran un poco, otro gallo cantaria.

Le pongo una estrella porque no me permite poner cero, hemos ido con dos niños pequeños porque era la hora de comer y teníamos que parar obligatoriamente, solo decir que hacía más frío dentro que en la calle y en la calle había 6 grados, no nos hemos ido porque los niños tenían que comer y estaban impacientes , todos hemos tenido que comer con las chaquetas puestas y el único punto de calor eran 2 estufas de gas que daban el mismo calor que una hoguera en medio de una estepa siberiana, los precios desorbitados para las condiciones del establecimiento y el servicio que ofrecen. Por supuesto , no lo recomiendo, es un engaño .

Pare a comer a mediodía, pedí un serranito el cuál cuesta 8€ y me trajeron un pan con un filetito fino de pollo y unas papas de paquete... Me dieron ganas de llorar.

El sándwich mixto estaba más frío que la cerveza, el queso no estaba ni derretido.

La muchacha que nos atendió era muy amable, el camarero algo perdido.

En definitiva, muy caro y sensación de engaño y mal comer.

Si piensas comer allí mejor sigue adelante y para en otro sitio.

Buen sitio para parar a comer.
El menú del día vale 12€,pero la comida estaba muy buena y ha merecido la pena. Incluye bebida y postre.
Salon muy grande.

El resto de la carta si es algo cara.

Vinimos a comer en medio de nuestra ruta y nos encantó! La atención genial y luego la comida casera , muy rica !! Probamos el menú del día x 10,50€ !!
Lo recomendamos !! 🤗

No se os ocurra parar aquí.
30 m.para un lomo a la plancha !! 5 €.
No recomendable.

Una autentica verguenza, han echado a un grupo de autobuses para atras ya que no se podia traer comida del exterior