Restaurante Maitena

Nos ha gustado bastante este restaurante sobretodo porque está rodeado de naturaleza.
De primero hemos pedido gazpacho y salmorejo, de segundo plato hemos compartido migas y patatas a la pobre (los platos eran abundantes) La verdad es que tanto los primeros como los segundos estaban ricos, solo destacar que las migas de pan para mi gusto estaban poco trabajadas habían trozos muy grandes de pan sin deshacer.
La calidad precio razonable y los camareros han sido muy amables.

El sitio es muy bonito y con encanto, al lado del río con lo cual ideal para comer en verano. El servicio de camareros es algo lento. Los platos muy normalitos a excepción de los postres que están muy ricos. Eso sí prepara el bolsillo porque menuda subida de precios la han dado. Saldrás a más de 30 euros por persona. Con una carretera que da miedo llegar hasta allí. Hay otros sitios mejores, más próximos y muchísimo más económicos.

Fue maravilloso visitar este restaurante, aunque yo diría que es algo más que un restaurante, pues puedes disfrutar de una buenísima comida a la ribera del río. Y no solamente eso también puedes bañarte y disfrutar todo el día de un lugar que es un auténtico paraíso natural. También permiten llevar a tus perritos que también disfrutan de lo lindo con un baño. Ha sido maravilloso lo recomiendo cien por cien.

Sentarte en mitad de la naturaleza con el ruido del río de fondo y con unos platos exquisitos es parte de su encanto. Restaurante y personal de alta calidad y toda la carne de un nivel superior. Ruta ideal para pasear y comer. No os lo perdáis!!!

Buena comida a la brasa y buenos postres, comida casera. Por poner alguna pega lo de las avispas es un engorro, aunque te fijas en los demás comensales de las otras mesas y es como si se hubiesen acostumbrado a convivir y comer con ellas, la verdad es que les pegas manotazos y no te pican, curioso aunque un poco latazo para el q no está acostumbrado.....

Restaurante situado junto al río Genil. La carretera para llegar no está muy bien pero merece la pena.

Fueron rápidos y amables en servirnos, la única pega es que los precios son algo elevados para los platos que son.

En mitad de la ruta del tranvía de Granada a Sierra Nevada y a unos 39 km de la capital se encuentra este restaurante con un encanto muy especial.

Puedes comer al lado del río donde además puedes bañarte cuando te apetezca. Un sitio ideal para ir solo, en pareja o en familia. No lo dudes porque aunque la carretera para llegar no es buena, una vez que llegas, compensa.

El servicio ha sido muy bueno, los camareros muy atentos y rápidos. La comida exquisita y los postres buenísimos y caseros.

La cerveza muy fría como me gusta a mí pero te ponen tapa nada más que con la primera. Una vez que pides de comer ya no ponen más.

Nos obsequiaron con unos chupitos.

Volveré 👍

Luego de recorrer otros senderos e iniciar el sendero del tranvia (lo comenzamos por el final) se arranca por este restorán en donde sirven abundantes platos de todo tipo, vi en otras mesas llamativos cortes de carne asada, nosotros consumimos ensalada (un 10 la ensalada de la casa) y papa a lo pobre (papa y huevos fritos), la atencion muy buena ya que en la carta no aparecen mucho menu vegetariano pero con las sugerencias de los mozos y los cocineros estan dispuestos a modificar platos comimos muy bien y rico!