Mesón De As Veigas

Un lugar mágico con un ambiente rural espectacular rodeado de montañas. Comida casera deliciosa a muy buen precio. Servicio excepcional y muy amable.

Un lugar increíble. El entorno es de cuento. Merece la pena hacer un alto en el camino para disfrutar de la cocina de este sitio. El acceso es toda una aventura pasando por un puente de madera que te advierte que soportará el peso de tu coche. Y lo hace, crujiendo, pero sin problema. El restaurante tiene una oferta escueta y es así porque cada cosa merece la pena, nada está de relleno. No dejéis de probar la tortilla. El personal es muy amable y la jefa es un encanto.

Aceptan perros.

No se puede pagar con tarjeta, así que, que no te pase como a mí y lleva efectivo.

Comida sencilla muy bien elaborada, muy buena tortilla de cabrales y codillo al horno. Estaban un poco desbordados por el ajetreo veraniego y no les quedaba fabada, que pedía todo el mundo, a las 14.30. Creo que no se deben ajustar tanto las cantidades de cada día...
En general buena comida en un sitio muy peculiar, perfectamente conservado y un entorno natural único....

Tanto el restaurante como el alojamiento rural de As Veigas es fabuloso, paz, relax, desconexion total y sobre todo un trato especial por parte de los camareros.
El alojamiento y los alrededores son de ensueño, el colorido de los montes, el rumor del río mientras admiras el paraje es alegría y relajación total.
Por supuesto, ni que decir que la comida es espectacular y riquísima.
Gracias también a Rosa, la dueña por tan fabulosa estancia, aunque debería tratar de eliminar ese toque de profesora que aún tiene, pero en el fondo es fabulosa.

No es un restaurante, es un museo. Estas comiendo y no dejas de admirar todas las herramientas que tiene. Y si el local está bien, la comida está mejor, para empezar un chorizo a la sidra y después una tortilla rellena de cabrales. De postre tarta de queso con mermelada de fresa. Y para terminar un cafe de puchero. Está todo riquísimo y todo casero. El camarero muy amable y atento. Cuesta llegar al lugar pero merece la pena.

Estuvimos unos días por la zona y no dejamos la oportunidad de visitar este restaurante y su entorno. El local está en un enclave único aunque algo masificado. En cuanto al restaurante sus precios son algo elevados para los tamaños de las raciones pero como es el único restaurante del lugar hay que pagarlo (aunque he de decir que la mayoría de los restaurantes de esa zona de Taramundi tienen precios similares). Aún así salimos encantados con el sabor de la comida y el entorno tan privilegiado.
PD: pedimos tortilla al queso cabrales y tortilla de chorizo.

Un lugar muy acogedor. Buen ambiente..bue servicio. Comida, precio equitativos. Recomendable 100%. Un entorno fantástico en plena naturaleza.

Un lugar precioso incluido en la Ruta del Agua con un mesón donde comer comida casera estupenda y dónde te tratan con mucho agrado. Es un sitio muy familiar y son muy atentos con los clientes. Muy recomendable.