La Balanza

Excelente. Cenamos allí 2 persona. Pastel de cabracho, pulpo a la feria, tarta de queso y café con Ribeiro, agua y cafés. La comida de 10 muy recomendable, el pulpo delicioso y la atención muy buena, un trato amable
y muy correcto. Cenamos en el comedor interior pero también dispone de una amplia terraza. Situado en un enclave muy bonito y agradable. El restaurante es muy acogedor. Sin duda muy recomendable y para repetir.

Atención estupenda, atentos y amables. La comida estupenda, relación calidad precio de 10. Pedimos el menú para dos, chipirones y postres. Comida casera, hecha con cariño y gusto. Especial mención para el pulpo y el lacon.

A los pies de la vieja grúa Babcock & Wilcox nos hemos sentado en esta bonita terraza.
Leímos reseñas de camino y nos gustó la idea de comer aquí.
Viendo la carta nos llamó la atención el menú para dos de pimientos de padrón, pulpo a la gallega, lacón con cachelos y postres, todo ello regado con una jarra de vino.
La comida muy rica toda y en buena cantidad, los camareros muy atentos y muy amables.
Lugar a destacar, también decir que los de la mesa de al lado tenían dos perretes encantadores, y les han sacado un cubo con agua para que beban 😊

Nos atendieron muy bien,muy amables,agradables sin caer pesados.comida buena ,fuimos tres y comimos menús. Salimos contentos .Repetiremos,sin duda.

Ración de pulpo escasa para el precio. Bonito a la plancha muy sabroso. Terraza tranquila y agradable

Fuimos a comer mi pareja y yo ya que nos habian recomendado el sitio.
Pedimos el menu de 46 euros para dos personas, donde te venia pulpo, pimientos del padron y un plato principal a elegir para los dos, en nuestro caso fue el lacon. El pulpo estaba muy bueno, lo único que para mi gusto tenía un poco mas de aceite, los pimientos del padrón estaban muy buenos, y el lacon estaba muy bueno y tierno, en este plato me sobró un poco de pimenton rojo. Para beber nos entraba una jarra de vino blanco, el cual era joven y con toques dulces. Los postres que comimos se notaba que eran caseros y estaban riquisimos, nada que objetar.
El dueño fue un amor con nosotros.
Muy buena ubicación y buenas vistas.
Voleremos en otra ocasion 😊

Cenamos ayer, y hoy repetimos. El local, decorado con antigüedades, tiene un encanto único; Recibimos un trato estupendo de José, el dueño; pero lo mejor de todo, la comida: todo lo que probamos, delocioso!

Buena restauración, ubicación excelente, productos de calidad. A destacar el pulpo en todas sus variantes. El solomillo, muy bueno, aunque asegurar que la carne es fresca o ha sido debidamente descongelada. A mejorar: aconsejo bajar el ritmo de la cocina, con el fin de ofrecer un producto mejor manipulado y unos platos mejor terminados, más calma y cuidar más el detalle. Local saturado y ruidoso en hora punta