La Antigua Taberna Gallega

Fuimos al mediodía para la hora del vermut pedimos un café y dos coca-colas el camarero amable pero la comanda fatal... En los vasos de las Coca-Colas había trozos de limón que tenían muy mala pinta no pusieron ni un mísero pincho,ni patatitas,frutos secos...nada y el café no tenía ni una galleta ni de las de cortesía.Cuando fuimos a pagar nos pareció bastante caro para haber estado mal agusto,se olvidaron de nosotros y tuvimos que entrar para pedir la cuenta y pagar..nosotros obviamente siempre pagamos pero hay gente que estas oportunidades no las dejan escapar y si pueden levantarse y marcharse sin pagar lo hacen. y es que no había nadie vigilando la terraza...supongo que el único camarero que había fuera no daría a basto con todo.No volveremos...

En la noche de los fuegos artificiales de Avilés (San Agustín) nos sentamos en la terraza para cenar algo rápido. Terrible error, tardaron dos horas en sacar una jarra de Ribeiro, lacón y una de pulpo (que, por cierto, estaba saladísimo). Estaba solo un camarero para la barra y la terraza, totalmente desbordado, de hecho en la mesa de al lado se levantaron consecutivamente tres parejas porque no les atendieron, y también se marcharon los de una mesa grande. Como no espabilen y cambien un poco, lo tienen claro.

No pusieron pincho con el vermouth, a otros clientes si, parece que hay clases. No vuelvo.

Un sitio perguapo pa tomar unas cervezas

Un lunes y con antojin de oreja!! Buscando hasta q encontramos este chigre.. Atención de diez y que decir de la oreja... Riquisisima, mucho sabor, pedimos tb pulpo y tarta la güela y disfrutamos un montón, ah! Y el licor de cafe 😏😏 repetimos. Volveremos seguro!

Fuimos en Octubre del año pasado. Ya lo conocía de hacía años con los anteriores dueños cuando visitaba Avilés con mi familia. Buen lugar para comer pulpo, eso no ha cambiado. Precio correcto. Aunque algo que me llamó la atención es que en un par de ocasiones salieron de la cocina a ofrecer varias tapas a los clientes (creo que de cortesía. pero no me hubiera importado si se tenía que pagar), pero por nuestra mesa que estaba al fondo no pasaron ninguna de las dos veces.

Trato muy profesional y cercano, y la comida exquisita. Fuimos con nuestros perros a la terraza y también con ellos el trato fue excelente, les sacaron un cuenco con agua. Muy contentas. Volveremos por allí.

Se come casero, muy bien y abundante. El local es cierto que necesitaría una reforma, pero en la actualidad también da un toque antiguo, "de toda la vida"...
En cuanto al trato, la persona que nos ha atendido, que supongo era el dueño ha sido muy amable.