Restaurante La Huerta del Indiano

Restaurante con un amplio patio, la mesas bien ubicadas en todo la terraza, un ambiente agradable en contacto con la naturaleza. Tiene un menú de día que está muy bien. El cocido montañés y el solomillo muy rico. Todo correcto calidad, precio y servicio. Nos quedamos a comer aquí por el menú que tenia y comer al aire libre, relax total.

Amplio patio, para comer va por orden de llegada sin reserva, una decoración exquisita y en un entorno inmejorable. La comida bastante rica, raciones bien. El menú de semana son 19.50 y el único pero que solo incluye copa de vino o agua. El personal atento y ágil.

Lugar muy agradable, ideal si llevas perros como era mi caso. El menú esta un poco por encima del precio del resto de la zona, pero como decía antes, como podía acceder con mi familia peluda no lo dudé. Tienen un menú de día y otro de noche, dentro de calidad precio creo que es aceptable. El lugar es muy bonito.

El lugar está bien, hacía buen día y tienen un patio en el que se está agusto, es por lo único que se salva. El trato del personal es correcto pero de la comida esperábamos bastante más por el precio, que era superior a los de la zona, pedimos dos menús (19 €), en uno la paella era arroz pasado con tres millones y una gamba una pena porque de sabor no estaba mal y el segundo solomillo rey seco y sin más sabor que el de la pimienta que le ponen, en el otro menú el cocido montañés y la merluza en salsa algo mejor. Raciones justas. El postre bien pero sin ningún exceso.

Un lugar encantador, con personas maravillosas que nos trataron con humor y amor. Su menú de noche muy equilibrado calidad/precio. En definitiva un bonito rincón gastronómico en Santillana del Mar.

Gracias a "nuestro nuevo amigo" y al resto del equipo por atendernos tan bonito.

Restaurante con menú del día 3,5 euros menos que los de alrededor, lo barato sale caro. Personal maleducado y borde, empezando por el que te acomoda en la mesa y siguiendo por el camarero de que pide la comida.servicio lento, lo único que salió rápido fue el primer plato. Menú más que normal, no vale lo que cobran.Los garbanzos con gambonrs tenían 3 gambitas y 2 mejillones, la dorada pequeña, tostada y seca y las patatas pasadas con sabor a rancio. Tanto las del pescado como las del pollo. A destacar la señora rubia que nos tomó nota del postre y la cuenta muy agradable.La tarta de la abuela muy buena.

Desafortunadamente una experiencia pésima tras dejarnos engañar por la apariencia exterior.
El patio es muy acogedor, tienen estufas para invierno y en verano se tiene que estar genial.
Ahora bien, el servicio deja mucho que desear. Petición borde de uso de mascarilla (en exterior) al entrar. Camarera simpática y entregada pero cero formada en el producto que vende (desconocimiento de platos, error en comanda).
Sobre la comida, rabas sin sabor, ensalada que mas bien parecía una sopa como si hubieran vaciado las diferentes salsas de los condimentos en el plato (en particular destacaba la salsa de la remolacha,foto) y por último, un Rodaballo para dos al horno sin ningún condimento (apenas un poco de sal), eso sí, muy sano y natural. Además servido tal cual en un plato para que el comensal se las apañe para limpiarlo sin ni si quiera un plato de apoyo o cubiertos para ello.
En definitiva, una trampa para turistas con una gestión pésima. Una pena porque se le podría sacar muchísimo partido.

El sitio es muy agradable en la terraza se come muy a gusto. El servicio fue un poco desordenado. La calidad de la comida es correcta, pero no más. El menú es algo caro para mi gusto. Se paga más el ambiente.