Restaurante Gravalosa

Situada en el centro del pueblo de Comillas. Imposible comer sin hacer colas. Lo mejor es reservar con anterioridad, de un día para otro, si no queréis esperar en Comillas para comer ir reservando comidas y cenas con anterioridad, no cuesta nada hacerlo e iréis a mesa puesta.
Fuimos de menú 4 personas. Servicio correcto en formas y tiempo. El restaurante siempre está lleno, así que hay que valorar el servicio como se merece pues no paran de servir comidas y el tiempo de espera fue correcto. Fuimos de menús, 18€, así que no se puede ir exigiendo finura y ser sibarita.

Nos sirvieron unos aperitivos mientras esperábamos, cosa que se agradece, gran variedad de menús y la comida correcta para lo que pagas. También tienen cosas a la carta.

En fin, un sitio sin más pretensiones que lo que es comer un buen menú y estar relajados un par de horas. Esta bien situado en el centro del pueblo, en plena plaza.

Si vuelvo, repetiré.

Llegamos de casualidad al restaurante nos llamó la atención que hubiera gente haciendo cola la verdad que tuvimos muy elección
Pedimos un comboy de 4 medias raciones + bebida+ postre para 2pax por 36€
Raciones abundantes y bien cocinadas. Los calamares en su tinta muy buenos el flan casero.Un pero los tigres todo masa .Recomendable

La comida buena y muy abundante hemos comido 2 menú y medio para la niña y hemos salido llenas ,lo único que no nos ha gustado mucho el postre y el café.Mucho tiempo de espera pero es que estaba lleno y solo 2 personas atendiendo ,personal amable.El menú variado bastante para elegir

Comida riquísima y los platos de cantidades muy generosas.
Hemos cogido varios platos para compartir y todos riquísimos, aunque las navajas me han decepcionado un poco.
El trato a sido agradable y no hemos tenido que esperar mucho entre plato y plato.
Genial para comer cualquier tipo de comida, especialmente marisco y pescados.

Muchos menús de cantidades abundantes y variados. En temporada alta se forma cola. Terraza amplia. Sangría mejorable.

Restaurante con muy buena ubicación de lo que, claro está, se aprovechan.
Al propietario no le importa tener una fila de más de 20 personas esperando, pues creo que sabe que la cocina o no funciona, o le falta personal en la misma.
Si uno se arma de paciencia, y no le importa esperar entre 30' y 45', puede sentarse en una buena terraza y a un precio razonable.
Si pides de primero paella, te ponen una sartén grande para ti solo, por lo puedes comer perfectamente dos platos. En los segundos flojean bastante, sobre todo si es pescado, aunque la carne tampoco parece ser nada del otro mundo.
Los postres, al menos los que nosotros probamos, estaban bien.

Comimos menú del día por unos 19€. Platos muy generosos en cantidad. Pedimos de primero unas croquetas (10 unidades) y paté de cabracho, riquísimo, lo recomiendo. De segundo una sartén de mar, es un revuelto de huevos, gulas y gambas, y un solomillo, también lo recomiendo, se deshacía en la boca.
Nos encantó y el personal es amable.

Raciones demasiado grandes. El menú para 2 fácilmente daba para 3. Además también nos trajeron un aperitivo de la casa de patatas, croquetas… Dejamos mucha comida y nos supo fatal, pero era eso o acabar vomitando. Igualmente estaba muy rico, y el servicio fue atento, amable y rápido.