La Canoniga

Un restaurante situado en una antigua casa junto a la catedral. El local no es muy grande por lo que conviene reservar con antelación. Tienen, también, un jardín interior en el que en verano se está francamente bien.
La cocina es excelente con platos bien presentados, elaborados con materias primas de calidad y cercanía. Los platos son abundantes por lo que no te quedas con hambre.
Nosotros tomamos un gazpacho de melón con virutas de jamón y de segundo estofado de venado y rabo de toro deshuesado que estaban espectaculares.
La atención del personal fue muy buena en todo momento, profesionales, atentos y muy amables.
La carta de vinos no es muy amplia pero sí tienen buenos caldos a precios razonables.
Un restaurante bien decorado y con mucho encanto.
Y con una relación calidad-precio excelente.
Muy recomendable.

Un lugar con encanto, elegante, donde el trato es exquisito. Se come realmente bien y a precio asequible. Regentado por una familia muy agradable, atenta y educada, sobre todo la hija, que tiene una elegancia y educación propia de la aristocracia. Ha sido un verdadero placer cenar allí.

Es un Restaurante diferente y la ubicación es muy buena ( al lado de la Catedral) Nosotros comimos en una terracita al aire libre muy chula ya qué el tiempo acompañaba. La atención por parte de la dueña fue Muy Buena y Amable. Los camareros jóvenes sé les notaba falta de experiencia pero bien. La Comida muy Rica.

Estupendo local en el centro de la ciudad, al lado de la Catedral. Comida muy rica, bien elaborada, producto de calidad. Carta ajustada pero con un poco de todo y variedad. De los pocos locales en la ciudad que admiten mascotas. Trato perfecto, atento y amable. Relación calidad precio bien. Recomendable top 5 en Ciudad Rodrigo

“Lo de siempre como nunca”. Así reza su carta y así es. Platos de toda la vida pero con un sabor espectacular. Entraña y Huevos con farinato. Los postres geniales también.
Trato muy bueno. Un acierto en nuestra visita a Ciudad Rodrigo. Gracias!

Restaurante acogedor, pequeño (11 mesas, por lo que es conveniente reservar) y está justo al lado de la catedral. Los platos son abundantes y muy, muy ricos. La atención exquisita y los precios no son caros en absoluto. El estofado de venado riquísimo, cuesta acabarlo. Una sugerencia, para cuando pase esto del COVID: mejor servilletas de tela. MUY recomendable.

Estuvimos hace dos días (un viernes) y comimos a la carta muy bien. Raciones abundantes y atención muy buena. Si volvemos por allí repetiremos sin duda!!

Todo estupendisimo, el trato, la comida, el ambiente, el poder meter nuestra mascota dentro, el precio, …. todo!!!
De comer un tartar de tomate con burrata para compartir y de segundo, solomillo, entraña 😋, rabo de toro deshuesado 😋😋 y pulpo con patatas meneadas 😋, de postre serradora portuguesa 😋😋
En fin, una delicia. 🙏