El cielo de Medinaceli

Restaurante bien decorado, más moderno que los demás de la zona.
Desde el primer momento, la atención fue súper buena, a pesar, de la cantidad de gente que había, y el poco personal que tenía el restaurante.
En cuanto a la comida, nos pusieron una tapa de humus con la bebida. Y lo que pedimos, bastante bueno. Croquetas caseras estupendas, y un jarrete y cochinillo también muy buenos.
El precio, un pelín caro, pero se come bien.
Buen restaurante para repetir.

Platos elaborados con mucho sabor y distintos a lo que puedes encontrar por la zona. Buen restaurante en Medinaceli. Tiene interior y terraza pequeña con varias mesas con toldos. La atención del personal muy buena.

Pedimos el menú de fin de semana por 20€ por persona, bebidas y postre incluido. Buena variedad de primeros y segundos. El vino de la casa que entra con el menú es una excelente compañía y te dejan la botella (fuimos dos personas).
Pedimos migas y sopa castellana de primero y chuleton y crepe de centollo de segundo. Todo riquísimo. De postre el helado de galleta con dulce de leche exquisito. La mousse de oreo está rica pero nos gustó más el helado.
Un 10 de sitio y una atención muy buena. Se aparca muy bien al lado del restaurante. Mejor reservar por teléfono si quieres comer dentro. También tiene terraza con estufas. Hay carta con gran variedad de cervezas artesanas y extranjeras. No las probamos. Son un poco caras pero tenían buena pinta.

Restaurante muy chulo, bien decorado y buena música de ambiente. La pata de pulpo y el cachopo excepcional. Las raciones son abundantes. Sitio totalmente recomendable.

Atención/Calidad/Precio/Entorno muy recomendable.

Íbamos de camino a Soria y muy justas de tiempo, llamamos para asegura que sobre las 15:30 aún tenían cocina abierta y nos dijeron que nos esperaban sin dudar.

La atención fue fantástica y nos decantamos por:
- Aperitivo de torrezno.
- Salmorejo de remolacha, sardina ahumada AOVE y arena de oliva.
- Nuestra cielo rusa.
- Codorniz escabechada con níscalos botón.
- Tarta de donut y queso crema.

Lugar para volver.

Atención y comida fantásticos. Los precios, medio-altos, se ajustan a lo que ofrecen.
Estando todo bueno o muy bueno, destacaría el cordero a baja temperatura, las alcachofas y las trufas del postre.

Maravilloso restaurante. Te preguntan al principio cualquier intolerancia o alergia, comenté que soy vegetariana, y en seguida, además de ofrecerme las posibilidades que venían en el menú, comenzaron a sugerirme cambios que podían hacer en otros platos para que pudiera comerlos y tener más opciones. Nuestro camarero Rubén ha sido de 10. La comida muy rica y una presentación original. El carpaccio de calabacín estaba tremendo. Y no nos quedó otra que llevarnos una botella de su vermuth casero.
Muchas gracias por todo, repetiremos

Ha pedido unos huevos trufados que han estadooooooo… bien. Una copa 🍷 que muy bien también. El postre. Muy postre. Y divertido. Las trufas. Qué hay que encontrarlas (vienen en un juego del tesoro). Me dibujo una sonrisa final. Café. La atención ha sido de lo mejor. Y la música de ambiente. Un suave jazz. Mucho mejor de lo que vas a estar en los restaurantes de la entrada, que quizás tiene más gente, por esta cerca de la entrada, nada mas, y de pronto tienes mas sitio aquí, que se está mejor. Una suerte. De verdad.