Restaurante merendero piscinas naturales Arenas de San Pedro

Quitando el mal entendido que tuvimos al principio , tengo que decir que estuvimos muy bien atendidos por las camarer@s , muy amables y atentas .Lo que no me gustó y más con estos calores que nos sirvieran la casera y el vino caliente . Y respecto a la paella que nos trajeron fue de lo peor que comí en mi vida , ¡¡ pasada no , lo siguiente !! " No sé si tuvimos mala suerte y nos tocó a nosotro@s " pero la paella estaba ( y no exagero ) para tirarla . Y la verdad no están las cosas para tirar nada . Por lo demás todo muy bonito y un estupendo dia .

La comida no estaba mal, aunque las croquetas no me gustaron y a mi nieto tampoco, las patatas revolconas demasiado pimentón y sobre todo la casera de un litro a 4 euros me pareció un robo. La cantidad que ponen en los platos bien teniendo en cuenta el precio, plato combinado 4 croquetas 2 huevos plancha con patatas 10 euros, patatas revolconas 8 euros, 2 filetes rusos que no hamburguesa que es lo que pone en la carta ya que no es lo mismo 2 huevos plancha y patatas 10 euros. El sitio no está mal para darte un chapuzon y seguir viaje fresquito y sin hambre.

Son simpáticos, la ensaladilla y las alitas estaban ricas. Yo sí pude pagar con tarjeta usando el movil. Las raciones son grandes.

Situado en el enclave natural de las piscinas de Arenas de San Pedro; una parte de las mesas está destinada al restaurante, otra parte se puede usar sin necesidad de tomar nada en el local. Fuimos en familia y la verdad que tiene bastante variedad de platos a elegir, bebidas y postres. Lo recomiendo 👍

Un poco desastre, pedimos mesa para 12 y solo nos pusieron para 10, tuvimos que comer en mesas separadas. Tardaron muchísimos en traer la comida, que además deja mucho que desear, el huevo en vez de frito parecía cocido, el lomo avinagrado y las croquetas ajo puro. Y la bebida caliente. Ya sabemos donde no vamos a volver.

Como opción si estás en la piscina está bien, sin mayor pretensión. La oreja a la plancha muy buena, las migas no están mal, la tortilla de patata no merece nada la pena.

Encantador lugar, muy cuidado.
Recomiendo llegar temprano para tomar sitio porque se peta a partir de las 11:00
No se pueden bañar los perros en el lugar.
Puedes irte a dar un paseo por las orillas del río y apreciar una naturaleza salvajemente hermosa.
Recomendadisimo.

No nos podemos quejar, cuando íbamos a hacer la reserva, por la cantidad de gente que había, nos han sentado sin problema, he de decir que estaba lleno.
La comida, bastante buena, no se quedan cortos con los platos, por precio, no está nada mal para estar donde esta.
Lo malo, que solo admitían efectivo, quizá fuera algo puntual, viendo otras reseñas.
Como punto negativo, la salida y el kiosco muy pegados, también algunas mesas, lo que dificulta poder salir sin esquivar nada