BAR RESTAURANTE LA BOMBONERA

Fuimos para cenar de raciones dos personas, fuimos pronto (las 20.50h aprox) y ni había nadie así que nos atendieron muy rápido.
Pedimos patatas revolconas y chopitos, las cantidades de ambas raciones estaba muy bien, el precio acorde a la cantidad y estaba rica la comida.
Las patatas revolconas estaban ricas pero un poco pesadas ya que estaban algo grasientas y los chopitos, estaban ricos, el rebozado bien pero eran de tamaño grande.
2 cocacolas, 1 trina, pan y las dos raciones fueron 25,30€ .

Lo mejor el Servicio, para ser el día de NocheVieja y estar lleno estaban súper atentos y rápidos en el servicio. La comida buena y los precios según lo que tomaras; las raciones bien en cuanto a cantidad los vinos bien y los tercios caros.

Un sitio de 10! La calidad de la comida espectacular. Recomiendi las migas y los chopitos sobre todo! La relación calidad/precio muy buena. La terraza super chula con vistas al rio. Se esta muy fresquito en pleno verano. La carta no es amplia, pero es variada. La gente muy amable y atenta! Exceptuando un camarero bastante seco y borde hablando. Grande y con voz ronca. Parecia que le molestara que le pidiéramos, incluso una vez que le llamamos para pedir mas cosas, lo que nos dijo fue un: QUE PASA?... Como que qué pasa? Asi no se atiende a los clientes. El unico pero que tiene el lugar... Ese camarero. Pero TODO LO DEMAS DE 10!! Lo recomiendo como el que mas! Repetiremos sin alguna duda en el futuro! Gracias a todo el equipo que forma La Bombonera! Sois muy grandes!

Fuimos a tomar algo y tras pedir 2 veces (café+nestea, y café) en ninguna de las ocasiones nos sacaron nada de tapa. No pasaría nada si no fuera por el detalle de que habíamos pedido algo para comer, nos dijeron que hasta las 20:30 no abrían cocina y TODAS las demás mesas tenían tapa. Un gesto muy feo que pone en duda su profesionalidad.

Fuimos a cenar cuatro personas. Era verano y hacía muy buen tiempo. Está situado junto al río y el castillo. Nos sentamos en la terraza, que estaba prácticamente llena. Pedimos la bebida y algo para picar. Pensábamos pedir más cosas para terminar de cenar pero tuvimos que pedir la cuenta y marcharnos ya que no nos volvieron a atender. Esperamos ir en otro momento y que la experiencia sea diferente.

Hemos llegado y había mesas libres pero pegadas a mesas ocupadas, es decir, mesa de 8 para dos personas. Hemos hablado con los clientes sentados y muy amablemente nos han cedido una mesa. La hemos movido, y el camarero ha salido echando humo, diciéndonos que dejemos la mesa donde estaba, que les cortamos el paso. Ostias, nos hemos quedado blancas por las formas!!! No ha querido hablar con nosotras para buscar un sitio, se ha ido para dentro de la misma! Nos hemos ido al bar de enfrente, que por las reseñas que estoy leyendo, les está viniendo de maravilla la nueva gestión de la bombonera. No volveremos nunca

Es una terraza junto al río. Se está muy fresquito. Sólo he tomado café y me gustó. Estaba bastante lleno pero encontramos mesa libre. También pedimos un postre. Sólo tenían 3 tipos de postre, pero el que nos pedimos coulant de chocolate, estaba buenísimo. Eso sí, caro cómo en la mayoría de restaurantes. 5 euros .
El servicio fue correcto. Un poco más de simpatía no estaría mal.

Hemos estado un grupo de amigos y hemos pedido raciones, por desgracia no tenían ni migas ni una de las dos raciones de magro que queríamos. Lo que nos han puesto estaba todo bastante bueno aunque a las revolconas les faltaba punch o fuerza.
Lo peor, la actitud del camarero y sobre todo que un vino que cuesta en el mercado menos de 4€ nos han cobrado 16€.
Pienso que esto se lo tienen que hacer ver pues para mí, que he sido el que ha recomendado ir a comer allí, me vá a costar volver pues me ha dejado malestar.