Como, en casa

Sigue la noche recordándome
tus palabras y tus gestos.
También el amanecer y el mediodía.

Sigue el pequeño perrito blanco
tirando de la correa.
Buscando entre la hojarasca restos de aroma.

Dentro de otra noche,
continúan mis pequeños vástagos
recitando sus respuestas discolas.
Siguen creciendo segundo a segundo. Haciéndose libres y listos.
Escapando de la rutina y de las tareas.
De los juguetes usados y de los juguetes rotos.

Sigue la realidad haciendo daño.
Haciendo pasar el tiempo
sin cambios reseñables.
Sin giros absolutos.
Dibujando mensajes con mil palabras diferentes.
Dibujando a la vez,
mensajes de una sola palabra
con mil tipografías ilegibles.
Dibujos y palabras que a veces,
pastan desprecio.
Pastan el desprecio de quien ni siquiera mira. De quién habla deprisa
Antes de que acabe la grabación automática.
Dando órdenes a una máquina
que no tiene alma.
Qué tan solo es un arma
de la memoria transitoria.
El azar mecánico,
camuflado de voluntad,
competencia
Y envidia.

Juntos el ánimo y el deseo
pasean a lomos de la verdad más absoluta. Esa que nos puede llegar avergonzar,
aunque a veces,
despierte el más profundo orgullo.

Sigue discurriendo gélido el Río vena.
Y los hombres y mujeres mayores,
siguen alzando torres en medio de la meseta.

Seguimos cantando la letra
de las cartas de amor,
que jamás nos atrevimos a mandar.
Seguimos esperando un instante tímido
de valentía para poder demostrar
nuestro amor.
Al igual que nuestro placer.
Al igual que nuestro hambre.
De la misma manera,
que tú me lo demandas.
Del mismo modo que todos vosotros
clamais por su necesidad.

No quiero contar ni palabras,
ni frases.
Ni siquiera quiero volver a releer
los renglones torcidos
de aquellos poemas
borrachos de viento y agua.

Hoy,
disuelven las lágrimas de nostalgia
las postales perdidas.
Intercalando fotografías atrevidas,
de un espacio que nadie parece querer ver.
Fotos del espacio que quizá
aún viéndolo con claridad.
A los demás solo les signifique
algo a través de una óptica soñolienta.
La maldita e infantil imaginación reaccionaria,
Incorrecta,
Rebelde y desafiante.
Contraria en su apatía embelesada.

Tengo miedo y sueño.
Tengo nieblas pendientes
en las decoraciones
de una catedral gitana.
Y mucha nieve en la sala de espera
de un quirófano para árboles,
flores e insectos.
Tengo sueños y delirios que parpadean
Y brillan cada momento,
Que desinfectan el universo.
Cada vez
que estoy contigo y con el.

Haciéndoos libres, bellos,
Míos al son de vuestra voluntad,
Juicio,
Orgullo,
Saber.

Al principio nos gustaba, pero los últimos meses cocinan más salado (muchos clientes son personas mayores) y repiten platos de un día para otro, no es todo reciente.

Además, deberian usar menos plástico, hay otros posibles envases más sostenibles. Otra sugerencia es abrir por la tarde para cenas.

Todo riquísimo, bastante cantidad, trato muy agradable y barato para lo que comes. Genial! Repetiremos.

Fenómeno para comer sano y casero.
Cuando te pilla el toro o no tienes tiempo.
Todo reciente.
Precios populares y gran variedad de cocinados.
Y buena atención y servicio.
Así sí!
Disfrutenlo.

Muy bien. Relación calidad y precio correcta.
Un dato: siempre he encontrado clientes haciendo compra, es una demostración de que gusta a los burgaleses

Fui por qué lo vi aquí en Google Maps, y no tenía ganas de cocinar, y la verdad que me sorprendió, hay menús del día de lunes a viernes por 7'5€ con postre que están muy bien, y luego platos preparados de todo tipo, en mi caso cogí paella y sepia, las cuales estaban muy ricas. Me lo quedó guardado para algún otro día también.

Mucha variedad de platos. Calidad media. Creo que el precio está un poco excesivo para ser una casa de comidas con una calidad normal.

Preferiría que tuvieran menos variedad de platos pero de mayor calidad todos.

Hemos probado el pollo y las empanadas y está todo muy rico.
Atienden muy bien y son bastante rápidas para la gente que suele haber.