La Panera

Un lugar imprescindible, tanto para tomar un vermut hecho por ellos, como para comer en el restaurante. En festivo hay menú cerrado por 25 euros de una calidad y cantidad excelente.

Lugar emblemático y muy bonito. Una decoración muy cuidada, la comida estaba muy muy buena, nos ha gustado mucho y repetiremos

Utilice el baño del piso superior. Reconozco que fue bastante llamativo porque desde fuera el baño tiene apariencia de confesionario de una iglesia.

Al entrar apenas hay cambio drástico de ambiente. Todo mantiene una predominante madera com grandes tablones como pilar. Iluminación de espejo pero suficiente para todo el habitáculo.

En cuanto a intimidad no era la mejor del mundo pero el ambiente hogareño del baño lo compensaba

El espejo normal, quizá algo fuera de lugar por tener un aire más moderno que contrasta mucho con el resto, pero está aceptablemente implementado.
Me extrañó ver un par de perchas con apariencia de azulejo al lado de la puerta por la razón antes mencionada.

El inodoro al lado del lavabo, accesible y útil para levantarse en caso de ser utilizado por siempre de edad avanzada.

Papel suelto, de rollo y sin dispensador, pero gran cantidad cuando entré. El jabón era un bote de supermercado que cumplía su función.

El techo combinaba con el tejado del edificio y tenía forma diagonal, en el cual, entre las vigas había varios artilugios relacionados con la luz etc.

Una gran ventana de madera al lado del inodoro comunicaba directamente con la entrada del propio restaurante.

El conjunto es muy parecido al baño que podría haber en una casa aunque quedaba raro escuchar a los clientes fuera.

¿Volvería a usarlo?
Si.

Espectacular menu de 25 euros. Sitio precioso en la plaza del pueblo. Sitio para aparcar al lado. Muy recomendable.

Un sitio para no volver, no le doy menos estrellas por que no se puede. Fuimos en familia a comer y la experiencia fue qué hasta el primer plato bien (pedimos 4 coca colas y llega el camarero solo con una y un vaso le decimos que eran 4 y nos contesta que solo tiene dos manos) cuando solo hace falta una mano para traer la bandeja, muy profesional. Después del primer plato estuvimos esperando al rededor de unos 3 cuartos de hora o quizás algo mas, después ese tiempo cuando en otras mesas que habían llegado después que
nosotros les estaban empezando a sacar el 2 plato nos dice la camarera que nos va retirando los platos de los cuales se lleva solo uno y ninguno más, los dos camareros que estaban venga a dar vueltas por el comedor y con las manos vacias. Después del segundo plato y los postres, los cuales más de los mismo tardaron un monto de tiempo en servirnos los, estuvimos esperando una media hora para los cafés que no los tomamos porque nos fuimos de mala leche. Por cierto el tema de la carne mala y dura y los camareros de lo peor que he visto, lo que si que los dueños hicieron bien era subir los precios, ya esta bien con la escusa de las subidas de los productos ¿y el servicio que?

Con respecto a la parte del bar, es ideal para tomar algo a mediodía o a la hora de cenar. Cuentan con tapas variadas y tostas. Servicio rápido y local con terraza interior muy agradable, decoración de diez.

Estuvimos el domingo tomando el vermut en la terraza más que recomendable y hoy hemos comido el menú en el restaurante y nos ha encantado! El local, el trato y la comida muy buena, calidad precio increíble. El pulpo estaba de llorar y la cantidad muy generosa en todos los platos. Diría que es el mejor sitio de toda la zona de Toro.

Todo perfecto. Fuimos un sábado a comer y pedimos de primero pulpo, gambas y ensalada para compartir. De segundo había entre otras cosas Steak, carrillera y bacalao. De postre pedimos flan de queso. Todo muy rico. La decoración del restaurante muy original y bonita. Satisfechos a 100% / precio menú 25 euros