Hotel Rural-Restaurante La Casa Vieja

Y no sería mucho más fácil poner en carta vaca vieja y así evitarse decir que es que en muchos restaurantes lo hacen y que los bueyes escasean?
Rectificar es de sabios y sería mucho más fácil poner vaca vieja o en su defecto poner buey y entre paréntesis decir que en muchos restaurantes lo hacen y los bueyes escasean, yo lo tendría claro, la primera opción.
No iremos más, iremos a los "otros" restaurantes donde lo que ponen en carta es LO QUE TE SIRVEN y no te cuenten películas una vez servido en mesa.
Me pregunta usted que si nos gustó el solomillo de vaca vieja?
Ya han cambiado en la carta que tenéis vaca vieja y no buey?
Me alegro muchísimo.
Saludos.

La casa vieja un lugar donde perderse en el tiempo.Destacable la decoración y cada uno de sus rincones perfectamente apropiados para crear un ambiente familiar y acogedor,las habitaciones espectaculares,diferentes pero con mucha leyenda el dueño amabilísimo y atento en todo momento la cena muy bien presentada y muy buena calidad precio muy bien desayuno a la altura,sin lugar a dudas un lugar para ir relajarse disfrutar de todo el entorno en el que te envuelve la casa gracias por crear sitios de ensueño.

Este restaurante es maravilloso. La comida está riquísima para chuparse los dedos y el ambiente está muy chulo. Los jefes Eduardo y Rosa son muy, muy agradables.

El restaurante una maravilla, la morcilla de Cantimpalos era de quitarse el sombrero, y el cochinillo buenísimo. Me encanto el sitio, con chimenea y muy acogedor..

Esta reseña es sobre el restaurante, no me alojé en el hotel.
El cochinillo rancio, el peor que he comido.
El servicio justito, ninguna maravilla.
No repetiré.

Lugar 100% recomendable! Pasamos una noche allí y todo salió genial; es cierto que nuestra habitación era algo pequeña, pero era la que habíamos elegido... La decoración rústica y cuidada al detalle y muy buena higiene. Decidimos cenar en el restaurante y la verdad es que no nos defraudó, comida muy elaborada, con una presentación y calidad exquisitas. A la mañana siguiente desayunamos también allí, desayuno muy rico, con productos propios y típicos de la zona y con un precio muy muy ajustado. Del personal poco más que decir, simpáticos, atentos y encantadores. Excelente relación calidad-precio.

Cierto es que la habitación era pequeña, pero no por ello le faltaba detalle. Encantados con el trato de Eduardo, de la decoración rústica, y de la originalidad del nombre de las habitaciones y su porqué. Remarcar la carta del restaurante, con platos tan llamativos como el solomillo con crema de piña, o la patata asada gratinada con picadillo y champiñones, de rechupete.

El trato muy agradable, la decoración muy chula, pero la habitación diminuta. Es verdad que la elegimos nostr@s por booking, pero en las fotos no se aprecia el tamaño de la misma, sino todo lo contrario, ya que parece mas amplia. Por otro lado el ruido que hace el sistema de calefacción de la habitación. El aparato de aire suena bastante. Vamos huyendo del ruido y resulta que no lo encontramos. Es verdad que hacía frío en el exterior, pero hay muchos sistemas para calentar que no hacen absolutamente nada de ruido.