Asador Las Cubas

La comida está deliciosa.

- Croquetas: están muy bien hechas, cremosas y se deshacen en la boca.

- Paleta de cordero: muy tierna y sabrosa.

- Ensalada: básica pero esencial para acompañar al cordero, se nota que los productos son de la huerta.

Para repetir.

Totalmente recomendable, el mejor asado de cochinillo que he comido. Tomamos Sopa Castellana, ensalada, ventresca, cochinillo, chuletón de ternera, leche frita y ponche segoviano. La carne estaba muy buena, el cochinillo exquisito, sopa insuperable y el postre delicioso. Si tengo que poner un pero es que las raciones de cochinillo son un poco justa...!!.

Increíble lugar de Arévalo donde comer. Pedimos una sopa castellana, un tostón que estaba jugoso y tierno por dentro y unas chuletitas de Cordero acompañados de patatas caseras. De postre leche frita. Todo está riquísimo, el servicio muy atento y servicial. Precios acordes a la calidad, el mejor lugar de Arévalo para comer asado.

Un lugar para repetir! Un alto en el camino muy bueno, comida muy rápida, muy buena! El cordero asado riquísimo, gambas al anillo, revuelto de morcilla y ensalada. Chuletas de cordero lechal y un buen filete de ternera. Los postres de 10, el flan de queso espectacular y la leche frita muy buena. El trato del personal muy bueno, así que sin duda, repetiremos.

Mesón asador típico castellano, carta corta con los imprescindible, unos entrantes y luego asados y carnes, nosotros tomamos aparte de croquetas, judías y cochinillo, este último muy bueno.

Un restaurante con historia,donde la buena cocina y el trato a los clientes es lo importante.
La atención de Paco y Elena estupenda.
Hay que premiar al equipo de cocina.
El precio se corresponde con la calidad.
Delicioso todo.

Muy buen asador en Arévalo. Hemos probado el cochinillo y el cordero, y los dos espectaculares. Como postre un flan de queso riquísimo. 35€/40€ por persona. El camarero muy profesional.

Una gozada, ya al entrar me recibió muy amablemente Antonio, uno de los camareros que me atendió como un profesional e hizo muy bien su trabajo. El ambiente muy agradable y acogedor y el cochinillo, una delicia para saborear lentamente, puro manjar. Para terminar nada mejor que un buen ponche segoviano. Seguro que cuando vuelva por Arévalo repetiré aquí.