Restaurante Calle Mayor

Unos platos acordes de calidad y de cantidad.

La verdad nos sorprendió gratamente tanto por precio, cantidad y calidad cada uno de ellos. Lo único que nos molestó fue que se nos cobró 1,50€ de pan por persona sin haberlo pedido, pero resto muy bien.

La decoración un 10 y el trato de cada uno de los camareros, inmejorable.

De platos pedimos el revuelto de morcilla y piñones con pimiento, que a la vista no era muy apetecible pero de sabor era increíble, jugaba con el dulzor del pimiento y los piñones con la fuerza de la morcilla.

Otro de los platos el cochinillo confitado era como comer gelatina hecha carne, con un toque crujiente por fuera pero muy cremoso por dentro, un sabor increíble y muy bien tratado, acompañado de un puré de papas casero.

De postre la torrija tibia con helado de café, un acierto, con las rodajas de piña secas que le aportan esa acidez para nivelar el postre, muy bien tratado.

Sin duda un buen restaurante pegado a la plaza principal que no decepciona.

Lo primero decir que la comida está muy buena. Súper recomendable las borrajas, de 10. Tengo dos pegos: No tienen trona de niños y a mi gusto los platos son escasos (el metre me aviso que había elegido los menos abundantes ) pero aún así por lo que vi los platos son justitos. Merece la pena comer allí.

Excepcional, la comida y el trato. La ensalada de tomate absolutamente recomendable. En general todo estaba muy rico y bien cocinado y de remate unos postres muy ricos.

El local es moderno y los camareros atentos y rápidos. Además de las entradas que estuvieron muy bien, tome cabrito asado, y fue exquisito. Muy bien hecho y de buenísima calidad.

El único pero, del restaurante, fue la insonorización del local. Había demasiado ruido, aunque estaba completa la sala, pero no era demasiado grande. No nos oíamos en la mesa.
Espero que busquen solución a este tema, para la próxima vez que vaya.

Volveré por su atención y buena comida.

Me encantó Calle Mayor, aunque quien venga a degustar platos tradicionales manchegos (o alcarreños) se llevará una decepción. Se trata de un restaurante de comida elaborada con algún guiño a la gastronomía local, platos bien presentados y en un local moderno. Todo a precios acordes con la calidad y un servicio correcto. He probado el revuelto de morcilla con piñones, las albóndigas de cordero al Pedro Ximenez y de postre las trufas con naranja amarga. Todo resultó excelente y acompañado con tinto tempranillo toledano me salió por 37,74€. También he degustado platos de casquería como sesos huecos o manitas rellenas con idénticas buenas impresiones. Un gran sitio para comer en la bonita ciudad de Sigüenza.

Buena cocina, amabilidad y un espacio recién estrenado y con buen diseño. Para las 5 estrellas creo que falta un toque de calidez (fácil de conseguir) que nos lleve a la esencia de su predecesor Calle Mayor (la misma familia)

Una sorpresa muy agradable en Sigüenza, una carta muy completa muy cuidada, la tención del personal extraordinaria, aconsejandonos en todo momento, no tenemos dudas que volveremos a repetir. Gracias

Han cambiado de dirección, pero la calidad de sus productos sigue siendo excelente. El trato de los empleados exquisito. Con una decoración cuidada al detalle. Muy buena relación calidad precio. Sin duda recomiendo 100%. Al lado de la catedral.