Taberna el Botero

Buen sitio para probar una comida diferente con mezcla de tipos de cocina. La atención muy buena. Te van explicando todos los platos a medida que te los sirven. Tienen dos tipos de menú degustación además de la carta. Lo que no me convence de los menús es que hasta que no te lo sirven no sabes que plato será pues depende totalmente de la cocina.

Ya me sorprendió hace un año cuando fui por primera vez.
En una segunda visita a Toledo, no dudé en reservar otra vez en este restaurante, y no defrauda, incluso yo diría que me gustó más que la vez anterior (pidiendo lo mismo).
Recomiendo el pulpo y la lasaña de rabo de toro.
A parte de la comida, tienen unos cócteles muy buenos.

Reservamos la cena y nos dejamos sorprender por el menú degustación a compartir. Nos dejamos sorprender por el, cocinero y fue un acierto, una cata de comida "a ciegas" Dejándonos llevar por los platos que quería el chef que fueron un acierto. Unos más ligeros que otros pero que iban en la armonía del menú. Sin duda volvería para repetir los platos que me quedan por probar. El servicio un 10, camareros súper atentos y comida novedosa y muy Rica. Para repetir.

Fui a cenar con mi pareja el fin de semana a las 22:00 con reserva de hace una semana. Tuvimos que esperar 10 minutos hasta sentarnos y este es el único motivo por el que no le pongo 5 estrellas.

Por lo demás, todo estuvo fantástico, pedimos el menú de 35€ por persona. En general, todo estaba buenísimo. Sin embargo, hubo un plató que devolvimos, pero simplemente porque mi pareja y yo no somos tolerantes al picante (tartar se ciervo), es por ello, que quiero destacar que desde el restaurante se nos cambio el plato sin coste adicional, lo que es una muestra del gran servicio de este lugar.

Volveremos seguro, restaurante recomendado al 100%.

Estuvimos de fin de semana en Toledo y buscando en google maps vimos que ésta taberna se encontraba muy cerca de nuestro alojamiento y decidimos reservar para las 10 de la noche. Cuando llegamos, tuvimos que esperar un ratito a nuestra mesa, pero los camareros nos atendieron muy bien mientras tanto. Nos tomamos unas cañas y por el hecho de haber estado esperando, no nos cobraron por lo que habíamos consumido en la barra. Luego nos acomodaron en un salón en la planta superior y comenzamos a cenar. Antes de traernos la comida nos hicieron una cata de aceite muy curiosa, con sal del himalaya, no voy a decir en qué consiste porque ellos juegan con la sorpresa de los sabores, pero la verdad es que nos resultó sorprendente. La comida estaba toda riquísima, es una fusión muy curiosa y muy amplia, con toques sudamericanos, judíos, españoles, orientales... nos sorprendieron todos los platos. Muchísimo sabor y color. Muy recomendable también es pedir, después de la comida, algún digestivo ya que tienen una gran carta de cocktails, tanto propios como tradicionales. Me sorprendió mucho el sabor intenso a jengibre de uno de los que pedimos. ¡Muy ricos! En definitiva, recomiendo éste lugar para tapear, para cenar o para tomar unos cocktails en el mismo centro de Toledo. ¡Repetiremos!

Descubrir este Restaurante ha sido todo un acierto.
Nos dejamos sorprender por el chef y cada plato ha resultado ser una explosión de contrastes ,sabores y texturas que amablemente nos iban explicando los camareros.
Nos hemos quedado encantados. Recomendable 100%

Espectacular!!! Entramos por azar, no teníamos reserva en ningún lugar y dije "dejemos que el destino nos sorprenda" y ojo si lo hizo!! :-) Un grandísima sorpresa, desde el lugar muy bonito, la atención de su servicio y la comida que estaba buenísima y abundante. Mi mejor puntuación para vosotros!!
No dejéis de probar: Saltado peruano, carbones de bacalao, taco de carrillera y de postre...torrija de horchata, simplemente brutal!
Gracias por todo

Se encuentra a escasos 70m de la portada de la Catedral y del Ayuntamiento. El espacio en torno a la barra no es muy amplio, pero el lugar vale la pena, tanto por la amplia gama de vinos (gran acierto contar con Fontana), como por la calidad de sus tapas. Dominan el arte de la coctelería con creces, por variedad, técnica y sabor. El restaurante (éste último en la planta superior, lo que tampoco impide poder disfrutar de la carta en la sala de abajo. Este es el típico bar de tapas de Toledo que aparece en las guías de viaje que reseñan lugares con encanto, la decoración es maravillosa. A destacar la torrija bañada en horchata con pan eagle y crujiente caramelizada.