Restaurante “La Playa”.

Fuimos un sábado sin reserva y no hubo ningún problema , todo el personal muy amable y atento incluso nos explicaron cómo elaboraban un plato del cual teníamos curiosidad.
Fuimos en invierno y aún así las vistas eran preciosas ya que dan a una piscina natural.
La comida perfecta , repetiremos si duda

Fuimos un grupo de 14 personas en semana santa. La atención por parte del servicio fue inmejorable..la comida estaba exquisita..y el entorno es increíble. Sin duda, es un restaurante recomendable 100×100, si algún día volvemos a esas tierras manchegas, sin duda volveremos ahí.

Un lugar excepcional, un trato excelente, aunque llegamos sin reserva se nos atendió, una comida muy rica. Si estas por la zona no puedes pasar de largo.

Tienen dos pases, el de las 13.30 y el de las 15.30. Hay aparcamiento más que de sobra. El sitio tiene cero decoración, se salva por el entorno.
La comida es normalita. Ensalada correcta, las verduras en tempura nos han gustado bastante, la fideuá nos la esperábamos de fideo fino, no nos ha gustado demasiado y la torrija bien, sin más.
En conjunto relación calidad precio es algo caro, en este caso por la fideuá que no tenía ni el sabor ni el punto correcto.
El personal bastante desorganizado. Hemos pedido limón para la fideuá a tres camareros diferentes y al final nos hemos tenido que levantar a la barra a por él. Te traían un plato lleno y no se llevaban el vacío. Ha sido un poco lento todo.
Creo que no repetiría.

Iniciamos el aperitivo. Estupendo entorno asociado a que estás junto al río Júcar y protegido del sol del verano. Todo prometía lo mejor, por lo dicho, por la cerveza en su punto y por el prometido arroz con bogavante.
Tras el baño de rigor, toca comer, en el “turno” de las 15:15. Puntuales a la cita acudimos pero, hasta las 15:45, imposible (da que pensar si esto de los turnos de las comidas no será supuestamente para optimizar ganancias, sin importar que tengas que esperar…). Bien, habíamos reservado el día anterior un arroz con bogavante, sobre el que había leído buenas referencias. Pues cuando llegamos, resulta que solo hay un cocinero con las habilidades necesarias para su preparación y este se fue, así que, nada de arroz… ni de pescado. Bien, comprensivos con las incidencias y el retraso previo, nos sentamos a comer. Presentación muy buena, es verdad y la comida (la ensalada de salmón y está falta de aliño) bien. Problema, come rapido! Como se ve en la foto y sin que nos demoraramos en nada, traen la ensalada, los corazones de alcachofa y un chuletón del valle de Aran prácticamente a la vez (yo como rápido y no podia)
En fin, lo siento, pero no recomiendo en absoluto este restaurante. Quiero hacer constar, para que quede claro, que nada tiene que ver esta reseña con los camareros que nos han atendido, siempre dispuestos, sino a la mala organización del restaurante (a mi juicio)
Ah! Tampoco había tarta de compota de manzana! Por lo visto, solo he pedido lo que no había!

Lugar muy bonito ubicado junto a la playa de Jorquera. Las vistas y el entorno están muy bien.
La carta es amplia y variada pero bastante cara para la calidad que ofrece, al menos en los platos que hemos probado. Entiendo que pagas la presentación que eso está muy elaborado, pero...el sabor...no se, me ha desilusionado bastante, todo ello aderezado por una lentitud muy grande en traer las carnes.
Habrá que darle otra oportunidad, por supuesto, pero mi conclusión hoy ha sido: decepción

Buen sitio para comer al lado de la "playa" de Jorquera, buenos entrantes (el pulpo muy bueno) y excelentes platos principales, la fideuá muy buena y el solomillo estaba de escándalo. Los postres caseros muy buenos. Muy recomendable ir con reserva.

Recomendable el pulpo y la tempura de verduras. El arroz del señoret, no nos gusto nada. A mi paladar, estaba hecho con berberechos en conserva, lo que hacía que el sabor fuese excesivamente potente y salado. Relación calidad precio, caro para lo que ofrece.