Restaurant Mallador

Un sitio muy bueno para comer muy bien ubicado, con el parking y el campanario al lado con muy buenas vistas, el dueño y el personal son muy simpáticos y amables la comida es excelente buena calidad precio el único pero fue que a la hora del postre se retrasaron mucho aunque ya había bastante gente

Restaurante súper recomendable.
En el exterior tienen una terraza muy espaciosa y agradable a pie de la iglesia de Sant Climent. El interior es pequeño, pero muy acogedor y con chimenea. La carta es variada, a precios correctos y muy buena. Los macarrones de la Inés y el solomillo, 👍. El personal encantador y familiar. Tanto David (el dueño) cómo Arnau (el camarero) geniales, hacen que uno se sienta muy a gusto.

De bajada a Barruera lo vinos y nos pareció un buen sitio, bonita terraza.
De subida nos paramos a tomar algo, 3 cervezas de copa y un agua pequeña y una grande. Como estábamos cansados ya decidimos comer.
2 platos de butifarra y una llesca de escalivada. Más un postre de helado casero y dos cortados. 64,20€. Un atraco!!! Servicio pésimo, contando así de pronto.. serian 10 mesas en la terraza,.dos camareros jóvenes y supongo que el dueño, 3 en total. Pues al final tuve que ir yo a buscar al camarero!!
La calidad de la comida no la pondré en duda pero el precio no va acorde eso seguro. Mucha desidia para el precio tan alto
Nos sentamos a las 14h y salimos de allí a las 17h,. Si no tienes nada de prisa ... es un buen sitio.

No lo recomiendo para nada.

Solicitamos tomar un par de cervezas y picar algo. Nos lo niegan haciendo alusión a que a esa hora solo se podía comer. A destacar que había sitio de sobra en la terraza con diversos comensales tomando cervezas y picando (chips, olivas...) Nos ofrecimos a liberar la mesa en caso de que la necesitasen y aún así nos lo niegan de malas maneras. Es una lástima recibir un trato así, ya que somos clientes habituales y solemos venir varias veces al año al valle.

Insuperable! La casa original espectacular enfrente de la iglesia. El paté tradicional exquisito, la butifarra de 10, el solomillo maravilloso, pero lo mejor el servicio, el cariño en cada pequeña cosa y la atención a todos los detalles. Acierto seguro.

lo mas bueno de este restaurante el pan, las sillas no se pueden poner bien porque esta lleno de piedras y esta siempre desnivelado y los platos no son acordes a lo que pone en la carta

Comida muy buena, buen servicio. Bien ubicado, al lado de la iglesia.

Platos para comer sin reventar, muy correctos para poder turistear después. Pedimos solomillo ecológico y butifarra, y de postre requesón con miel. Todo muy bueno, con unas vistas del monte espectaculares y un trato correcto por un chico francés.