Harbour Club

Fui tres veces al local porque lo tienen muy bien decorado y para jugar al billar. La pizza era la tipica de mercadona. El personal muy mal educado, la encargada nos invitó a irnos porque no consumiamos mucho. Así que nos fuimos.

20 minutos esperando que nos atiendan 🤷🤷🤷 5,5 euros por un champú (cerveza-limonada) y un vino blanco y no nos han traido ni unos tristes “kikos”… a salido la camarera con nuestra comanda y la hemos tenido que avisar que era para nosotr@s porque no sabía a que mesa pertenecía 👏🏻👏🏻👏🏻. Nos vamos. Con una buena atención seguramente nos hubiesemos tomado otra ronda y unas bravas.

Un lugar encantador para comer algo o tomar una copa.
Lugar de la visita: Harbour Club
Fecha de la visita: 02/12/2016
Cuando traspasas la puerta de este establecimiento parece que de repente te trasladen al siglo XIX a un típico "Pub inglés".
El local está decorado con mucho gusto; muebles, taburetes y sillas de madera, bancos de madera con asientos acolchados, cuadros con fotografías relacionadas con el mundo del béisbol, un futbolín de los buenos, una mesa de billar americano, dos máquinas electrónicas de dardos y lo más sorprendente, un tiburón martillo colgado del techo, espectacular.
Tienen oferta en desayuno por 3,40 euros que comprende un mini bocadillo y un café con leche.
También tienen una pequeña carta de pizzas y aperitivos varios.
Para los amantes de las cervezas tienen una carta exclusiva de ellas.
Estuve desayunando un mini bocadillo de atún, que estaba muy bueno, incluido el pan, y un café con leche.
El café con leche lo pedí muy caliente y lo sirvieron más bien templado, por lo que me imagino que no calentaron suficientemente la leche, además para mi gusto noté que le faltaba "sabor" al café.
En cuanto al precio, evidentemente no es barato, ya que por lo consumido en cualquier otro sitio de la ciudad no pagas más de 2,50 euros, pero que es que aquí no pagas sólo lo que consumes, pagas estar en un local muy agradable, con un servicio muy esmerado por parte de las dos camareras que atienden, y por unas vistas excepcionales del puerto de Tarragona, con esos majestuosos yates a pié del establecimiento.
Los aseos acordes con el resto del local, limpios y sin faltar ningún producto.
Cuando hace buen tiempo merece la pena tomar algo en la terraza.
Este establecimiento ha sido un gran descubrimiento, y por lo que veo sólo lo aprovechan los marineros de las embarcaciones deportivas atracadas en el puerto y del personal administrativo de las oficinas que ocupan algunos locales, ya que no es una zona de paso y hay que ir expresamente.
Si leen esta crítica les recomiendo que por lo menos visiten el local una vez ya que no les defraudará.

Buen sitio para unas copas agradable

Hemos pedido una cerveza y la verdad que la copa se encontraba sucia y en la espuma de la cerveza se miraban piscos negros y con respecto a la atención , una camarera nos comentó lo cansada que estaba y la ganas que tenía de cerrar ,lo cual a mi me da igual, yo también trabajo 👩‍💻

Hace tiempo estaba bien para tomar algo entre semana pero fuimos este sábado y el ambiente de borrachuzos y desorden era total, música muy alta, mesas sucias ...estuvimos muy a disgusto

Camarero con bigote raro, muy profesional y divertido, un crack.

Repetiremos seguro solo por su atención

Aunque el lugar y el local también magníficos

Poca variedad de comida, la vista hermosa y la música agradable, está bien para tomar algo.