La Rectoria de Begur

Cenamos genial en este restaurante. Destacar las navajas, ensalada de burrata y los pescados a la brasa que cocinan, pedimos lubina salvaje fresca del día, y menudo acierto!!!!!! La acompañan de verduras hechas a la brasa, exquisitas!
Si volvemos repetiremos sin duda!!!
El sitio es precioso, y había música en directo!!

Lo hemos disfrutado mucho, la terraza muy bonita en zona verde y tranquila de Begur, buenos platos y buena brasa.

Justo nos tocó un concierto flamenco en la noche y acabamos todos bailando. Y lo mejor de todo el trato tan profesional y amable que es lo que más ganas nos dan de volver y repetir!

Gracias por tratar así de bien a vuestros clientes, hay muchos lugares en la Costa Brava, al final es por lo bien que te han tratado en un sitio que tienes ganas de volver!

Hemos cenado de lujo. El Bao de vaca vieja (son dos baos), el tabulé y el steak tartar, todo delicioso y con sabores muy especiales, diferentes, nada típico. Estamos alojados en el hotel y vimos que el restaurante tenía buenas opiniones, pues confirmamos todo lo que habíamos leído. El trato inmejorable, la terracita preciosa y el menú infantil para nuestro peque (2 años) perfecto, pollo rebozado con patatas. Otro gran descubrimiento en nuestra visita a Begur

Tienen una terraza fuera muy agradable que para comer en verano es genial. Se come bien aunque es un poco caro

Cena estupenda en un lugar privilegiado.Por poner un pega, si la mesa esta cerca de la brasa puedes salir con excesivo olor a barbacoa. Pero la calidad de la materia prima es de 10.

Un restaurante fantástico en plena naturaleza y con una tranquilidad inigualable.Los entrantes todos deliciosos (los croquetas de chipirones buenísimas)Pedimos arroz negro y dejo que desear ( entre salado y en algunos bocados duro) los postres tremendos ( pastel de queso delicioso)El hotel muy bonito lleno de historia a su alrededor.

Todo bastante bien.
La unica pega es q las sillas no me parecieron nada comodas y el precio algo subido.

Estamos alojados en el hotel y ayer fuimos a cenar al restaurante sin reserva. No tuvimos problema de sitio y el trato del personal fue perfecto y la comida sabrosa. El entorno es muy agradable.

Hoy en cambio hemos acudido y no había sitio. No obstante apuntaron el número de habitación y quedaron en avisarnos en cuanto quedase una mesa (aproximadamente media hora nos dijo la encargada). Tres horas después nadie nos ha llamado y nos quedamos sin cenar. Hubiesemos agradecido una llamada o más franqueza para poder haber optado por otro restaurante.