Restaurant Can Puig

Buen sitio para comer comida tradicional catalana, y brasa.
Les falta previsión para cubrir toda la carta, por lo cual has de pedir según existencias.
El lugar está muy aparctado, y la señalizacion para llegar es casi intuitiva, mal indicada.

Todo buenísimo, carnes, caracoles, setas, escalibada y el allí olí espectacular el mejor k comi en años, gente muy amable y en plena montaña

Restaurante acogedor, en medio de la naturaleza, con unas cuantas curvas para llegar, pero vale la pena, comida de calidad, y buen servicio..

Siempre que voy a Can Puig como tan bien que estoy deseando volver. Es una antigua casa catalana que se dedicaba hace muchos años a dar desayunos a los cazadores y gentes de la zona que se ha acabó reconvertiendo en el Restaurante de cocina casolana catalana que es hoy. Se encuantra en medio de la nada en el termino municipal de Sant Feliu de Buixalleu, es decir, allí donde Cristo perdió la Alpargata, donde para llegar a él has de seguir por un camino forestal ( bien asfaltado) que despues de adentrarte en medio del espesor de la naturaleza en un pequeño espacio abierto a pie de la carretera aparece la masia casi desapercibida, es decir, si no vas a proposito no llegarás nunca de casualidad. El negocio lo regentan desde hace decadas la misma familia donde los abuelos lo dejaron a los hijos y estos a los nietos y a veces se pueden ver a las tres generaciones trabajando juntas en el negocio. Ideal para ir con familia o amigos o para comidas y celebraciones, este restaurante no engaña...cocina catalana tradicional de amanides, canelons, carnes a la brasa, embutidos etc...con sus mesas de madera y sus manteles de cuadritos de colores tan tipicos. Mucho de lo que te ofrecen son de animales propios. A mi me pirran sus canelons y sus carnes a la brasa especialmente su xai y su conejo a la brasa. Todo eso acompañado de un vino de la casa con gaseosa es un claro ejemplo de la cocina clasica catalana por ubicación, espacio y cocina. Además sus precios incluso en fin de semana y a la carta son muy competitivos sobre los 30€ persona.

En restaurante en un enclave magico en plena naturaleza. Ingredientes de primera calidad y un trato excelente. No hay nada que reprochar. Especialidad en carnes a la brasa y un Allioli inigualable.

Masia apartada en medio de la montaña. Desayuno de cuchillo y tenedor a la brasa muy bueno. El servicio atento y amable.

Buen servicio y comida rica y abundante. Sin embargo nos sirvieron el alioli en ceniceros… (vease foto). shocking. habré tenido un mal día.
Venden miel a 10€ pero no la he probado no obstante alguien me dijo que está rica. Confirmo la amplitud de los baños comentada por otro usuario. Pet unfriendly, no sabemos si gay friendly pero el ambiente parece abierto y distendido. No les quedaba crema catalana.

Un sitio estupendo para hacer ruta en bicicleta y parada de almuerzo