Vermont Restaurant & Lounge

Local con un interiorismo espectacular donde comer, cenar o incluso tomar una copa. Comida con toques personales del chef. A destacar el falso rissoto y los huevos rotos con bogavante estilo del chef. Volveremos para probar su raclette.

Maravilloso restaurante en el Valle de Arán, atención perfecta, y elaboración exquisita!
Además tiene una sala bajo del todo, donde al terminar el servicio de las cenas ponen buena música.
Sitio muy recomendable para celebración de fiestas y eventos!!

Estupenda experiencia! Hoy hemos tocado el cielo: lugar idílico tanto dentro como en la terraza, vistas y entorno espectaculares en medio de la Val d’Aran, personal muy amable y familiar, carta aunque no muy extensa, todo de muy buena calidad y encima para acabar nos encontramos la sorpresa de un tardeo de rumba…

Empezamos mal por nos pusieron en una mesa en un rincón, pero luego nos cambiaron y todo se recompuso, la comida fue espectacular!!! La terraza es hermosa, muy recomendable!!!

Restaurante espectacular. Lugar idílico con vistas de ensueño. Muy buen trato al cliente. Comida deliciosa, muy bien elaborada. Sin duda mi restaurante favorito para este verano!

El lugar es encantador. Una pena que mi experiencia haya sido mala. No teníamos mucha hambre así que queríamos picar algo, pedimos un par de croquetas de pollo de corral, un jamon de bellota y unos huevos rotos con bogavante. Nos traen el jamon la ración sale a 28e y no creo que llegue a 100gr cual mi sorpresa que el jamón es envasado al vacío, pero tengo que decir que de sabor estaba correcto. Las croquetas de pollo de corral, estaban pasables cada croqueta sale por 3,5e y mi desilusión fue al llegar los huevos rotos con bogavante, estaban presentados con patatas paja que al mi parecer eran de bolsa. Después de acercarse tres veces el camarero y ver que el plato estaba casi intacto le dije que podia retirarlo pues no estaba correcto. El sabor no sabría describirlo, se te hacia una bola … después de esperar casi 30 min pedimos la cuenta, la encargada nos da la cuenta y nos dice que le habían comentado que habíamos tenido un problema con los huevos le decimos que si que no estaban correctos y nos dice que tenemos razón, que lo a probado y que no tenían muy buen gusto, rompe la cuenta y nos hace una de nueva, nuestra sorpresa que nos comunica que nos a descontado el pan que costaba 4e. Nos quedamos sorprendidos después de confirmarnos que no tenía buen sabor nos descuenta el pan!!! 🤷🏼‍♀️🤷🏼‍♀️🤷🏼‍♀️🤷🏼‍♀️ Sinceramente nosotros no volveremos, prefiero que no me digan nada a intentar querer quedar bien pero no perder unos euros en la caja registradora.

Fuimos hace un par de veranos y lo disfrutamos bastante, sobre todo la terraza, a pesar del servicio notoriamente lento que tienen.

Regresamos hace unos días (durante el puente de diciembre) y la experiencia fue regular tirando a mala. El servicio sigue siendo lento, solo hay una persona en sala que hace que las cosas funcionen verdaderamente y, aunque el producto en general es bueno, los precios están bastante inflados para lo que dan.

El colmo fue pedir una guarnición de patatas para acompañar una carne y ver que traían exactamente 6 patatas (por 5€…). Se lo destacamos a los camareros y “tomaron nota” (literal). Pudimos ver que las mesas de al lado mostraron la misma sorpresa.

Se nos quitaron las ganas de pedir postre después de eso.

Fuimos la semana pasada a comer a Vermont y disfrutamos de una carne espectacular. A destacar la carta de vinos con muy buenas referencias, el servicio nos supo recomendar muy bien. Volveremos en invierno a disfrutar del interior del local!! Un gran descubrimiento