Chiringuito La Canya

El chiringuito es chulo, en plena arena y es grande con bastantes mesas. Hay aparcamiento cerca. Solo hemos estado tomando una copa y estuvimos muy agusto. La atencion del personal fue muy buena por parte de todos los que estaban en la barra

El lugar se puede decir que esta bien, como la mayoría de chiringuitos de Costa pero lo peor llega cuando empiezan a traer las bebidas, unas cervezas de botella no demasiado frías, más bien fresca lo atribuimos quizás a mucha gente sin mas, llega la cena; increíble no lo había visto en mi vida, mi amigo 32 años de cocinero no lo había visto en su vida y yo tampoco. Ensalada de cabra con kiwi y naranja sin pelar, con toda su piel. Un bocadillo vegetal empapado entre la cantidad de aceite y mayonesa, pero la guinda del pastel vino con los mojitos, sin apenas hielo 4 trocitos de hielo picado flotando y puro Sprite sin ningún sabor a ron, ante nuestra queja no sin malos modos por parte del personal decir que los acabamos pagando y ni siquiera el dueño se digno a aparecer por la mesa para preguntar que había pasado después de pagar una cuenta de más de 100€, los pague sin discutir y jurando no volver más y hacer las peores reseñas donde aparezca el chiringuito. No recomendable, si no queréis jugarosla no vayáis, seguro que al lado hay otros con más profesionalidad.

Llegamos a ir en tres ocasiones. La primera nos hicieron movernos para que se ponga el Dj, el Dj nunca fue ...
Pedimos para cenar y la carne llegó entre fría y asada de cocción. El pollo parecía cartón.
Para que atendieran tenías que poner una instancia, les pides de abrir una sombrilla para que no te de el calor " es que hace viento " ( cuando ves que las demás están abiertas).
A no ser que no tengas otra opción no lo recomiendo.

Muy mala experiencia. Estoy embarazada de 9 meses y el señor (que parece ser el responsable del chiringuito) no me ha dejado usar el servicio. No vale la pena hacer trabajar gente sin compasión.

Este sitio es el más cercano a la estación de Ocata.
Para mí nos atendieron bien, comimos bien, y todo estaba al punto, y fresco.
Lo único, la música un poco alta para mi gusto.

El lugar está bien, pero solo eso, más caro que la costa brava.
Hamacas sucias, rotas, descuisadas y caras 6€, si quieres sombrilla otros 6€ y te la pones tú.
El escándalo del merendero lleno de gente maleducada tampoco ayuda.

El chiringuito es amplio, pero la atención pésima. Pedimos calamares que no tenían sabor a nada, rebosando en aceite y poca cantidad (para lo malo que estaban, mejor) y el precio excesivo. Ración de calamares, una cerveza y una sprite 17,20€

Buen sitio para cenar con grupo de amigos, menú a precio cerrado...
Buena Música y hay un futbolín...
La atención fue buena, camarer@s jóvenes y alegres.