Un restaurante que te acoge y que transmite la esencia de montaña. Cenamos con unos amigos y la verdad que todo excelente. A recomendar los canelones y las carnes (la hamburguesa estaba deliciosa). Nos quedamos con ganas de probar más platos, así que deseamos volver pronto. ¡Muy recomendable!
María Kreuzer2 años atrás
La comida estaba muy rica, la atención mejorable pero, el lugar vale totalmente la pena. Es muy bonito, la terraza es increíblemente preciosa. Pedimos la tortilla brava y la de trinxat, la brava estaba bastante picante. Los macarrones que es el plato que nos habían recomendado, los canelones y el pollo con setas, EXQUISITOS. La experiencia estaba siendo muy buena hasta que hubo un error en la comanda de los segundos platos, por lo que al aclararlo el ambiente cambió y los camareros hicieron notar su molestia. Por la manera en la que sirven los macarrones nos hicieron cambiarnos de sitio para que los que querían macarrones estuviesen juntas, cosa que después de ya haber pedido y comido el primer plato es molesto, puesto que debes mover tu vaso, cubiertos y demás. Finalmente la experiencia nos dejó con un mal sabor de boca porque no comimos muy a gusto, nos pusieron cosas de más en la factura, lo cual nos generó malestar porque ya nos estaban tratando de manera indiferente y no sabíamos cómo podían reaccionar. RECOMENDACIÓN: los que vayáis a pedir macarrones sentaros juntos, o en cualquier caso el restaurante podría avisar mientras están tomando nota, ya que en ese punto moverse no resulta tan molesto.
Ricky Solano2 años atrás
Tengo una historia muy particular con este restaurante. El 2 de enero me casé en Urús, muy cerca del restaurante. Sucede que habíamos reservado el restaurante para comer ahí con los invitados de la boda y hacer un pequeña e íntima celebración. No solo por ser un restaurante muy bien decorado, si no que muchas personas nos lo habían recomendado. El problema fue cuando el día antes a la boda doy positivo a covid. Una tragedia porque tuvimos que empezar a cancelar muchas cosas. Ocurre que los de La Buixeda se portaron increíble, fueron muy amables y entendieron la situación completamente. Al final, la boda se llevó a cabo con protocolos, pero no hicimos la pequeña celebración y me quedé con la ganas de comer ahí (me lo habían recomendado mucho). Tuvo que llegar el verano, para darnos un tiempo de venir con mi ahora esposa y finalmente probar el restaurante del que tanto nos habían hablado. Lo curioso fue que se acordaron de nosotros y nos atendieron de primera. Nos sentimos muy cómodos en un ambiente acogedor. La comida estuvo excelente, la tortilla con butifarra es una dosis de placer directo al paladar y el fricandó para mi fue el protagonista de la noche. Ah y debo añadir que nos dejaron entrar con mi perrita en transportin. En resumen, es un lugar al que vendría siempre y q recomendaré cada vez q pueda.
Nora C2 años atrás
El lugar es muy bonito con una decoración muy particular. La comida exquisita y muy bien presentada, pedimos una de sus tortillas, canelones y fricandó. No podría escoger cuál me gustó más! Y el personal muy amable. Si volvemos por la zona, repetiremos seguro!
Edu2 años atrás
Tortilla muy buenas, resto de comida también muy buena, espacio amplio, buen servicio, bien decorado y ambiente tranquilo. Tiene parking y recomiendo reservar si vas los típicos findes o vacaciones. Única pega és que los precios cada año son más caros, con la bebida se dispara el precio (4,5 € copa cerveza) precios de Barcelona.
Cristina Herrero2 años atrás
Lugar acogedor, servicio super amable y servicial. Platos de alta calidad, raciones grandes. No hay que perderse la tortilla de bravas, el civet de corzo, y el flan y la tarta de queso. Un lugar de esos que dejan huella porque cuidan todos los detalles y cuidan al cliente.
Ainhoa Gormaz Lopez2 años atrás
Trato excelente, un servicio rápido, muy atento y el lugar muy acogedor y agradable. La decoración esta cuidada al detalle, los camareros atentos en todo momento. Vinimos a comer y hemos vuelto a cenar el mismo dia. Recomendadisimo y volveremos 100%
Jose Martín Fatás2 años atrás
Lugar cuidado en la cerdanya, amplio y agradable y con aparcamiento.
El servicio es atento aunque al ser un lugar tan grande se echa en falta que lo camareros no estén cerca y a veces no los veías.
La comida está rica y elaborada. Guisos sabrosos y tortillas buenas aunque las raciones son algo escasas.
Todo lo demás se contrarresta con unos precios abusivos en algunos platos (2.5€ la rebanada de pan) o unas bebidas exageradamente caras (4€ el agua o 5€ una caña), postres a 9-10€ que hace que el ticket medio se dispare a +50€.
Sales con una sensación agridulce, has comido bien pero crees que has pagado demasiado. Ojalá revisen estas cosas para que vuelva.
Cenamos con unos amigos y la verdad que todo excelente. A recomendar los canelones y las carnes (la hamburguesa estaba deliciosa). Nos quedamos con ganas de probar más platos, así que deseamos volver pronto. ¡Muy recomendable!
Pedimos la tortilla brava y la de trinxat, la brava estaba bastante picante. Los macarrones que es el plato que nos habían recomendado, los canelones y el pollo con setas, EXQUISITOS.
La experiencia estaba siendo muy buena hasta que hubo un error en la comanda de los segundos platos, por lo que al aclararlo el ambiente cambió y los camareros hicieron notar su molestia. Por la manera en la que sirven los macarrones nos hicieron cambiarnos de sitio para que los que querían macarrones estuviesen juntas, cosa que después de ya haber pedido y comido el primer plato es molesto, puesto que debes mover tu vaso, cubiertos y demás. Finalmente la experiencia nos dejó con un mal sabor de boca porque no comimos muy a gusto, nos pusieron cosas de más en la factura, lo cual nos generó malestar porque ya nos estaban tratando de manera indiferente y no sabíamos cómo podían reaccionar.
RECOMENDACIÓN: los que vayáis a pedir macarrones sentaros juntos, o en cualquier caso el restaurante podría avisar mientras están tomando nota, ya que en ese punto moverse no resulta tan molesto.
Al final, la boda se llevó a cabo con protocolos, pero no hicimos la pequeña celebración y me quedé con la ganas de comer ahí (me lo habían recomendado mucho). Tuvo que llegar el verano, para darnos un tiempo de venir con mi ahora esposa y finalmente probar el restaurante del que tanto nos habían hablado. Lo curioso fue que se acordaron de nosotros y nos atendieron de primera. Nos sentimos muy cómodos en un ambiente acogedor.
La comida estuvo excelente, la tortilla con butifarra es una dosis de placer directo al paladar y el fricandó para mi fue el protagonista de la noche. Ah y debo añadir que nos dejaron entrar con mi perrita en transportin. En resumen, es un lugar al que vendría siempre y q recomendaré cada vez q pueda.
El servicio es atento aunque al ser un lugar tan grande se echa en falta que lo camareros no estén cerca y a veces no los veías.
La comida está rica y elaborada. Guisos sabrosos y tortillas buenas aunque las raciones son algo escasas.
Todo lo demás se contrarresta con unos precios abusivos en algunos platos (2.5€ la rebanada de pan) o unas bebidas exageradamente caras (4€ el agua o 5€ una caña), postres a 9-10€ que hace que el ticket medio se dispare a +50€.
Sales con una sensación agridulce, has comido bien pero crees que has pagado demasiado. Ojalá revisen estas cosas para que vuelva.