Restaurant Santa Margarida

No pierdan tiempo. Pésima atención.
Llegamos y nos acercamos a la caja para preguntar si se ordena en la barra o en la mesa, luego de 15 minutos nos respondieron que sería mejor que no sentáramos que alguien nos atendería. Escogimos una mesa sin cartel de reserva ( había otras que si tenian) y escogimos del menú que solo estaba en catalán y llamamos a la camarera que nos hizo señas que luego nos atendería. Al rato de esperar se acerca otra persona a decirnos que esa mesa estaba reservada y que debiamos movernos a una de afuera. En fin perdimos tiempo, la atención y las formas de decir las cosas eran bastante despectivos y el desorden que manejaban si tener el restaurante lleno era muy notorio. Terminamos almorzando en otro restaurante a 500 metros, que sí cumplió con lo mínimo ( y mas) que uno como cliente espera de atención para un bar y/o restaurante .

Platos muy básicos.
Pedimos una ensalada ya que uno de nosotros es vegetariano y no tenía más opción, está era muy pobre para el precio que tenía.
Las carnes con patatas las cuáles congeladas. Siempre que hemos comido en lugares así las patatas eran naturales y la verdad que se agradece.

Nos dejaron pasar con el perro, la comida espectacular y el servicio impecable.
No conocíamos el restaurante, la verdad que es que estaba todo buenísimo y muy buena calidad precio. Lo recomiendo.

La comida muy buena precio accesible atención de servicio muy bueno entorno muy bonito.
Es un punto muy bueno para excursiones volcan Santa Margarita unos 1,5 km Aparcament de Santa Margarida 0,4km
Restaurante tiene algunas placas de parquing pero muy pocas.

Hace más de ocho años que venimos a este restaurante cuando visitamos la zona. Incluso nos hemos llegado a desviar solo para comer los fessols con botifarra esparragada. Es un restaurante honesto y familiar de cocina tradicional. Buen producto. Son muy amables y no ponen impedimentos por venir con dos perros. Quizás un poco lentos, pero cuando venimos aquí es para disfrutar relajadamente del día, así que tampoco pasa nada. Una lástima enterarnos hoy que está en traspaso.

Fuimos en festivo. Es verdad que iban más lentos pero porque llegamos muchos de golpe. La carta es casera al 100x100 . La judía es cultivada por ellos y pequeña, el sabor tendrás que probarlo. Pero nosotros repetiremos. Estuvimos en la terraza con nuestro perros. Fueron súper amables con nosotros. Pedimos butifarras con diferente guarnición y así probarnos todo.

Comida exquisita.Parada obligatoria si pasáis o vais a hacer ruta por la zona.Toda la comida es casera,nos pusieron un surtidos de embutidos las propias piezas y un bistec con patatas.Calidad precio de 10

Fatal…. Después de esperar 15 minutos en la terraza viendo pasar al camarero sin entender por qué no venía a tomar nota decido ir a la barra a pedir, 5 minutos más de espera delante de la camarera de la barra y ya viendo que no tenía ninguna intención de atenderme le digo que si me puede servir un par de bebidas que ya me las llevo yo a la mesa y me dice que no, que de la parte de afuera se encarga otra chica…… la cual ni he llegado a ver la verdad…. Normalmente las reseñas son para valorarlo todo, pero no me han dado la oportunidad. Las sillas de la terraza podrían ser mas cómodas eso sí.