el Giraldillo es un mítico restaurante de tapeo tradicional, situado en el centro de la ciudad costera del Garraf, Vilanova y la Geltrú. Este lugar es mítico, porque tiene historia, y mucha. Llevan muchísimos años dedicándose al negocio de la hostelería, con gran éxito siempre.
Es un lugar que no está ubicado en un lugar especial. Se trata de un local en planta baja de un edificio contemporáneo de un barrio sencillo. La decoración muy sencilla, muy propia de restaurantes del estilo que puedes encontrar en cualquier región de España.
He venido varias veces, en diferentes momentos de mi vida: cuando era un ignorante de la gastronomía, cuando empezaba en ese sector y recientemente con todo el bagaje que uno lleva todos estos años en este mundillo. Con esto quiero decir, que con el paso de los años, si este restaurante destacaba en su medida adecuada por un buen servicio, calidad de tapas y abundante cantidad, ahora ya solo se puede destacar el buen servicio y todavía un poco la cantidad.
En resumen, que ha evolucionado poco y lo poco que ha evolucionado, ha sido a peor. Seguramente arrancaron el negocio con gran sacrificio y también amor, pero pasados los años, simplemente es un negocio de facturación sin personalidad, que nadie se me ofenda.
Empecé con una tapa de ensaladilla rusa. Una de las peores que he comido jamás. A la altura de las envasadas en lata o en tarro vidrio. Típicas verduras y hortalizas ultra congeladas, cortadas a cubos perfectamente industrializados, con mayo de bote insípida y huevo duro con atún en aceite de girasol. Muy poca gracia y demasiado insípida. Tuve que añadir sal varias veces, al borde del colapso tensional de mi organismo por injesta de sal.
Continué con un pescaito frito. Era fresco, si, pero cuando se pescó. El que me sirvieron, ya estaba frito y lo repasaron con un golpe de calor en el micro, en el peor de los casos. Eso tiene consecuencias, como la rotura de las fibras del producto y la textura blanda resultante. Soso también. Seguí con el pulpo a la gallega. Un plato como el que te puedes comer en cualquier bar de tapas, nada a destacar. Acabé con unas berenjenas a la andaluza. Muy ricas en este caso, crujientes, con el punto de sal bien encontrado, etc. Para mi gusto, le faltaba una fuente de sabor dulce, una melaza o un sírope hubiera mejorado con contundencia el plato.
Cómo ya he dicho, las cantidades amables, mucho más que en otros sitios similares, pero bastante menos que en muchos otros de las mismas características. Pero el precio, muy justo, así que no puedo objetar nada más al respecto.
Algunos detalles positivos a considerar, el trato, la velocidad del servicio (con sus negativas consecuencias) la tapita de cortesia de recibimiento y el precio. Un modelo de negocio que a pesar de estar en plena decadencia, sigue funcionando como siempre.
Volveré, está claro, pero muy exporádicamente y siempre que no tenga un plan mejor al que acogerme. Con todos mis máximos respetos. Mi punto de vista es que menos, es más:
- menos clientes por servicio, mayor atención. - menos velocidad, más cocina al momento. - menos ambición, recuperación de la esencia. - menos cantidad, igual precio, mayor calidad del producto.
JUAN ENDURANCE2 años atrás
Muy buena experiencia culinaria a base de raciones de tapas. Muy rápido el servicio, todo estaba muy bueno y relación precio calidad buena. Muy recomendable. Preferible reservar aunque sea entre semana, siempre suele estar lleno.
Ari N.M2 años atrás
Restaurante estilo andaluz. Buenos platos de marisco y pescadito. Hay menú entre semana lo malo que si llegas a partir de las 14 horas suelen quedar pocos platos. Recomendable reservar mesa. Buen servicio, atentos y agradables. Platos buenos y precio medio.
Juani Llamas2 años atrás
estuve el viernes noche, parecía surrealista, porque cuando llamamos para reservar nos dijeron que teníamos que hacerlo el mismo viernes alrededor de la 7 de la mañana. Así lo hicimos. Cuando llegamos estaba todo lleno. Nos sentaron rápido ,nos atendieron de maravilla, y nos pegamos un festival de comer. Las ostras espectaculares. Al final pagamos 70€ por pers, con 3 botellas de vino, postres y todo. la única molestia es que en la carta de los marisco no pone precio. SM. disfrute mucho y 100% recomendable
Marta Burgos2 años atrás
Sitio de tapeo donde se come muy bien y en cantidad, con buena atención por parte del personal. Recomiendo reservar mesa antes, ya que el día que fuimos no habían mesas disponibles hasta las 16:00h.
Albert Vilas2 años atrás
Comida muy bien y económica. A base de tapas sobretodo. Ambiente excesivamente ruidoso y colapsado. Sin reserva no vayas. Repetiremos.
Bruno Teixeira Dias2 años atrás
Es un mesón espectacular. Muy buen ambiente, personal muy simpático y atento. Pero lo mejor es la comida, desde tapas a platos combinados, todo espectacular y apetitoso!!! Eso sí, conviene reservar antes.
Montse Lopez2 años atrás
Todo espectacular, relación calidad precio buenísima, la cantidad más que suficiente el servicio muy atento y amable, y el local amplio y muy limpio. Fuimos 4 para cenar previa reserva, si no es casi imposible encontrar mesa, pedimos el plato combinado "todo terreno" si no recuerdo mal o "4x4" que llevaba gambas langostineras de buen tamaño, sepia a la plancha con champis, calamarcitos a la andaluza y bravas, unas ancas de rana (riquísimas, X cierto), unos estrellaos con llangueta, y un plato de chipirones fritos, 5 bebidas y pan y cenamos genial, repetiremos!
el Giraldillo es un mítico restaurante de tapeo tradicional, situado en el centro de la ciudad costera del Garraf, Vilanova y la Geltrú. Este lugar es mítico, porque tiene historia, y mucha. Llevan muchísimos años dedicándose al negocio de la hostelería, con gran éxito siempre.
Es un lugar que no está ubicado en un lugar especial. Se trata de un local en planta baja de un edificio contemporáneo de un barrio sencillo. La decoración muy sencilla, muy propia de restaurantes del estilo que puedes encontrar en cualquier región de España.
He venido varias veces, en diferentes momentos de mi vida: cuando era un ignorante de la gastronomía, cuando empezaba en ese sector y recientemente con todo el bagaje que uno lleva todos estos años en este mundillo. Con esto quiero decir, que con el paso de los años, si este restaurante destacaba en su medida adecuada por un buen servicio, calidad de tapas y abundante cantidad, ahora ya solo se puede destacar el buen servicio y todavía un poco la cantidad.
En resumen, que ha evolucionado poco y lo poco que ha evolucionado, ha sido a peor. Seguramente arrancaron el negocio con gran sacrificio y también amor, pero pasados los años, simplemente es un negocio de facturación sin personalidad, que nadie se me ofenda.
Empecé con una tapa de ensaladilla rusa. Una de las peores que he comido jamás. A la altura de las envasadas en lata o en tarro vidrio. Típicas verduras y hortalizas ultra congeladas, cortadas a cubos perfectamente industrializados, con mayo de bote insípida y huevo duro con atún en aceite de girasol. Muy poca gracia y demasiado insípida. Tuve que añadir sal varias veces, al borde del colapso tensional de mi organismo por injesta de sal.
Continué con un pescaito frito. Era fresco, si, pero cuando se pescó. El que me sirvieron, ya estaba frito y lo repasaron con un golpe de calor en el micro, en el peor de los casos. Eso tiene consecuencias, como la rotura de las fibras del producto y la textura blanda resultante. Soso también. Seguí con el pulpo a la gallega. Un plato como el que te puedes comer en cualquier bar de tapas, nada a destacar. Acabé con unas berenjenas a la andaluza. Muy ricas en este caso, crujientes, con el punto de sal bien encontrado, etc. Para mi gusto, le faltaba una fuente de sabor dulce, una melaza o un sírope hubiera mejorado con contundencia el plato.
Cómo ya he dicho, las cantidades amables, mucho más que en otros sitios similares, pero bastante menos que en muchos otros de las mismas características. Pero el precio, muy justo, así que no puedo objetar nada más al respecto.
Algunos detalles positivos a considerar, el trato, la velocidad del servicio (con sus negativas consecuencias) la tapita de cortesia de recibimiento y el precio. Un modelo de negocio que a pesar de estar en plena decadencia, sigue funcionando como siempre.
Volveré, está claro, pero muy exporádicamente y siempre que no tenga un plan mejor al que acogerme. Con todos mis máximos respetos. Mi punto de vista es que menos, es más:
- menos clientes por servicio, mayor atención.
- menos velocidad, más cocina al momento.
- menos ambición, recuperación de la esencia.
- menos cantidad, igual precio, mayor calidad del producto.
Eso sí, conviene reservar antes.
Fuimos 4 para cenar previa reserva, si no es casi imposible encontrar mesa, pedimos el plato combinado "todo terreno" si no recuerdo mal o "4x4" que llevaba gambas langostineras de buen tamaño, sepia a la plancha con champis, calamarcitos a la andaluza y bravas, unas ancas de rana (riquísimas, X cierto), unos estrellaos con llangueta, y un plato de chipirones fritos, 5 bebidas y pan y cenamos genial, repetiremos!