Restaurante Racó de L'Abat

No es un restaurante más, es una experiencia desde que te sientas y tanto Julio atendiéndote como su mujer cocinando de forma exquisita te hace evadirte y sentirte como en casa.

No hay carta, Julio te explica los platos que se han elaborado ese día con productos locales, son un acierto, y de segundo hay varias carnes y pescados.

Los postres exquisitos. Si tuviera que puntuar la tarta de queso le daría un 100 sobre 10. Ojalá estar más cerca de Tarragona para repetir más a menudo.

Nos fuimos de allí con una sonrisa y con la barriga muy feliz.

Una cena especial, salimos muy contentos y con la sensación de haber tenido una experiencia gastronómica muy agradable, el trato ofrecido por el anfitrión es muy profesional y te hace sentir cómodo,aconsejándo muy bien sobre la elección de los platos y de la bebida. En la cocina hay muy buenas manos y muy buenos productos además de arte y duende. Platos bien cocinados y con sabor . Aconsejo que toméis el menú degustación porque en esa casa hay que probarlo todo. Una sola objeción para los que somos golosos el postre se queda corto. Además muy buen café. Precios correctos calidad/precio. Imprescindible reservar.

Un sitio curioso donde los haya, hoy hemos ido a cenar allí porque el nombre ya lo sugería. Tuvimos mucha suerte de poder tener mesa puesto que había tenido una anulación y en propietario muy amablemente nos hizo un hueco. Nada más llevar te sirven una consumición con aperitivo de cortesía. Después el propietario te informa que desde hace años prefiere explicar los platos del día de los que dispone y te ofrece varias opciones de las cuales te es difícil escoger de lo que te atraen. Una velada muy agradable con un servicio de 10 y con unos platos a la altura del servicio. Sin duda recomendable y que volveremos.

Hemos comido y disfrutado al mismo tiempo. Julio nos ha aconsejado muy bien amablemente y su esposa (cocinera diez). Todo riquísimo. Pedimos menú de 20€.Lo recomiendo y volveremos cuando vengamos a Tarragona.Os dejo fotos de lo que comimos.Se accede con reserva.

Desde que entras por la puerta sabes que es uno de esos lugares del que vas a salir realmente satisfecho. El local con mucha solera es realmente acogedor, con unas pocas mesas donde la atención es todavía más personalizada si cabe. El menú es cantado por Julio, su propietario. Se nota que tiene muchas tablas y que le encanta lo que hace por que pone cariño en cada detalle. De primero nos sacaron unas patatas marineras que necesitaron de varios trozos de pan ( espectacular x cierto ) para poder rebañar y dejar el plato más limpio que el propio lavavajillas, le siguió una rica ensalada y unas clóchinas a la plancha que se notaba que eran súper frescas. Para los princípialas optamos cada uno por una cosa distinta, a cada cual más rica! Platos bien servidos y con raciones generosas, pero sobretodo, muy muy ricos! Los postres no podían dejar de estar a la altura. Todo eso por un precio mucho más que razonable! Sin duda alguna si volvemos a Tarragona será un sitio de obligada parada

Totalmente recomendable. No hay carta, lo llevan una pareja y el menú es lo que ha preparado ese día la señora, que es quien cocina. Platos exquisitos, hechos con mucho mimo

Un hallazgo increíble, la carta colgada fuera ya llama la atención, pero cuando entras y ves un local tan acogedor y lleno de historia quieres sentarte de inmediato y lo mejor sin duda el recibimiento y trato del dueño, Julio. Nos conquistó a todos a los 10 segundos de hablar. Te cuenta que no tiene carta en papel, él disfruta explicando los platos que tiene de menú, te explica cómo los cocina su querida mujer Eugenia en cocina, te cuenta la historia del local, que llevan 18 años allí y que son la cuarta generación de hosteleros en la familia, un apasionado con verdadera vocación, y qué decir de la comida, casera, deliciosa y bien presentada. Menú de 18 euros con vermú de regalo! EXCELENTE! Volveremos muy pronto!

Estuvimos un grupo grande cenando, nos prepararon unos buenos entrantes y los segundos a elegir, perfecto todo
El restaurante está en el centro histórico de Tarragona.
Muy bonito y acogedor.
El dueño te brinda un trato familiar.
100x100 recomendable