Petit Oxid

Caí en este restaurante por casualidad ñ, una terraza bonita y con encanto a los pies de la Iglesia. Salí muy descontento tanto por el precio como por la comida en general. Si quieres cobrar precios altos me parece estupendo, pero esta a la altura de lo que cobras… tabla de embutidos con las pasas que embutido, bravas simples sin nada que decir de ellas, queso camembert de tamaño miniatura y frío. Lo único que me gustó fue el pa de vidre. Los camareros muy simpáticos eso si. Para lo que pagamos 3 personas (dejo el tíquet) salimos con hambre y con una sensación desagradable al pagar esa cantidad.

Muy buena sorpresa, lo hemos encontrado por casualidad, y ha sido una muy buena sorpresa! El camarero muy amable y muy atento! La comida muy rica, porciones un poco más pequeñas pero la calidad lo compensa. Hemos tomado el mini hamburguesa, que viene con patatas fritas caseras, y unas patatas bravas (también caseras, y eso no se ve en todos los sitios). Todo muy rico y por un precio correcto!!! Volveremos 😉

Todo lo que hemos tomado estaba muy bueno.
La tosta de butifarra (aunque en un principio nos sorprendió que llevara queso) muy buena, aunque un poquito más de butifarra no le vendría mal.
Los nachos muy ricos y también lis boquerones en vinagre.
Tienen una mini hamburguesa que está muy bien para los niños pequeños.
La atención recibida muy buena.
¡VOLVEREMOS!

Para picar algo está muy bien buena atención, no es caro y el entorno de la torre y las campanadas del reloj de la iglesia, muy guay!!!!!

Tanto el servicio como la calidad del producto son excelentes. Las raciones no son muy grandes pero el precio es acorde al mismo ya que la calidad es muy buena y los precios por tapa son super asequibles. Hemos cenado 6 personas por 120€ (20€ cada uno) y hemos tomado algunos de los productos más caros de la carta: pulpo, tablas de jamón, solomillo, tabla de quesos, etc. Para nada lo encuentro caro, no es comparable al típico bar de tapas normalilo. El enclave con mucho encanto, sin duda volveremos!

Precios excesivamente caros teniendo en cuenta las raciones. El tartar de salmón era del tamaño de una tacita de café. Tienen unas cocas del tamaño de una porción de pizza, pero su precio es equivalente al de una pizza entera (unos 12 euros). Salimos con hambre a buscar otro sitio para cenar. Sorprende que tengan otros locales (ej. el Oxid) que funcionen perfectamente o que no tengan este problema. Una lástima pues la comida está bien y tienen muy buena localización.

En general la comida está buena, pero las raciones son ridículas por el precio que pagas. Nos han cobrado 8€ por seis tiras de berenjena frita, que además estaban quemadas. Nos hemos sentido totalmente estafados.

Comida bastante buena, son tapitas. Pero el precio es desorbitado, no me importa pagar por comer a gusto y no soy un loco de las cantidades. Pero las tapas son MUY pequeñas.