Casa Joan

Un restaurante que nos ha gustado porque hemos disfrutado de la cocina tradicional catalana con una clara intencionalidad de sorprender, darle la vuelta y aportar su punto de vista personal, pero sin extravagancias ni toques superfluos.
Casa Joan ofrece un menú degustación, carta y una variada selección de vinos.
La carta sin ser extensa esta equilibrada, en la que la gastronomía típica de la zona es la gran protagonista... Cocina tradicional y mediterránea. Una cuidada selección de ingredientes y productos de proximidad. 🍆 🍅 🐟 🥩 🥚 Destacamos el buen hacer de los postres 🍮 . ¡Son espectaculares!
🥇 Platos destacados: los macarrones, la ensalada de tomate y bonito, el pescado fresco de la lonja a la donostiarra, la presa ibérica al Oporto, las tortillas...
🍷 🥂 Carta de vinos de diferentes denominaciones, pero la do Penedés es la gran protagonista. Aunque nosotras, esta vez, nos decantamos por Schlosskellerei Gobelsburg Grüner Veltliner Löss 2020
En cuanto al servicio, amabilidad, profesionalidad y ganas de facilitar el momento al cliente. ¡Un 10! 👏🏼👏🏼
El local, es una casa 🏠 antigua tradicional. Un pequeño comedor en la entrada, otro que es el principal y un tercero destinado para grupos. Una decoración y ambiente que te traslada a años atrás.
¿Volveremos? por supuesto!

Fuimos a celebrar el cumpleaños de mi padre,estaba todo buenísimo la atención fue muy buena,el local muy tranquilo.Llevamos un bizcocho y no tuvieron ningún problema en ponerle las velas y adornarlo.Muchas gracias.

Dicen que lo bueno se hace espera,,,,,,,, 40 minutos desde que pides hasta que te sirven el primer plato y para traer el segundo 30 min y los postes fueron rápidos solo tardaron 20 min
La calidad muy buena eso sí ,pero la espera desespera

La comida ha sido muy buena, así como el trato de los empleados, un buen servicio. No obstante, no se pueden permitir el lujo de no tener tarta de queso cuando en la carta viene anunciada. En general buena experiencia.

Hemos comido muy bien, los platos que nos han servido han estado muy bien cuidados. El servicio ha sido excelente, muy atentos y no hace falta estar persiguiendo la mirada de los camareros porque saben perfectamente anticiparse.

Casa Joan es un restaurante situado en Vilafranca del Penedes justamente delante de la estación enfrente mismo, es una casa antigua tradicional a la entrada junto a la barra hay un pequeño comedor un pasillo conduce al comedor principal, también he podido ver que hay un comedor privado para un pequeño grupo, todo el te traslada a mediados del siglo pasado tanto por su decoración como por la cantidad de antigüedades y que hay por los rincones.
Yo almorcé en el comedor principal es muy luminoso con luz natura que procede por un gran ventanal que da a la calle, las mesas la mayoría son rectangulares para 4 comensales una cosa que es de agradecer es que si van dos te acomodan en etas mesas de cuatro mientras haya libres, entre mesa y mesa hay espacio suficiente para transitar sin tener que rozarte con nadie, antes de que los platos lleguen a la mesa, los comensales ya saben mucho de ese lugar. La decoración y los manteles, y el atuendo y el aspecto de los camareros dan una muy buena impresión. La higiene del local un factor que puede determinar nuestro regreso a cualquier restaurante, yo tengo un dicho que la higiene de un restaurante se mide por lo que es o esta su WC, en este caso impecables limpios y son bastante nuevos.

La carta sin ser extensa esta equilibrada , es una cocina tradicional y de tipo catalán, los platos sin ser copiosos son suficientes yo de primero pedí unos cigrons “pedrosillanos” a la marinera solo puedo decir que exquisito no voy a describir todo el menú, pero el resto de los platos estaba en consonancia, es una cocina sin grandes pretensiones, pero muy bien condimentada y presentada.
La calidad del servicio muy eficiente y atento.
Una de las cosas que quisiera destacar son los postres espectaculares y muy bien hechos, el cheesecake en forma de un trampantojo le da un toque de originalidad.
El precio, la ecuación precio calidad medio alto, en nuestro caso dos comensales 114,50 (a tener en cuenta que había una botella de cava de 20,60 €.
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En 2017 visité este grandioso restaurante y me topé con la sorpresa de encontrar el mejor postre de chocolate de mi vida, este año vuelvo y espero con ansias con que me sorprenderán en esta ocasión. Volví ahora en 2020 para confirmar que se han consolidado como el mejor restaurante de Villafranca. Increíble desde los mejillones de cortesía hasta el postre, que en mi caso, el predilecto es el no-coulant de chocolate. Altamente recomendable para familias, pareja o amigos.

No defrauda nunca.Cuidan el producto.Un restaurante tradicional con cocina actualizada.Para ir y repetir.Buena bodega.