LA PÉCORA Gastrobar & Terraza

El personal es agradable, la comida en general está rica pero para nuestro gusto la cantidad escasea. Con la bebida te ponen una tapa. Pedimos el bocadillo de calamares en pan cristal que lleva poca cantidad… más pan que otra cosa, el lomo de vaca estaba rico aunque nos llegó más hecho de lo que habíamos pedido y el punto de maduración para nuestro gusto era un poco alto. De postre la torrija con helado, todo rico, aunque en el centro del helado había cristales de hielo y en la torrija echamos en falta más leche, estaba muy poco “mojada”. Tendremos que probar otras cosas de la carta.

Buen sitio para comer unas raciones que aunque no son muy grandes si están bien de calidad. La tortilla trufada está espectacular y alguna carne que hemos probado también excelente. En líneas generales esta bien para picar algo.

Buen ambiente, buenos aperitivos, comida de calidad y trato amable, cercano y profesional de todo el equipo, y en especial del chico que nos atendió en la barra y que me ponía las jarras heladas para los tercio de cerveza⭐

Hoy hemos estado cenando allí y nos ha gustado mucho. Hemos probado las Gyozas, el arroz con pluma ibérica y las croquetas. Todo muy bueno y sacado de cocina en el momento exacto. Los tres platos y dos refresco unos ,45€. Quizás un precio un poco elevado, comparado con otros locales de la zona, pero merece la pena sin duda.

Terraza amplía, buen ambiente y calidad en los platos .

Toda la comida muy rica

No está mal para tomar algo, local agradable , limpio , terraza amplia , buen trato , la comida no la he probado , tendré que volver para probarla , se lleno a la hora de la cena ,

Estuvimos muy a gusto, la comida muy rica y la atención muy bien también

Un atraco a mano armada. Pedí un bocadillo de calamares con una Coca-Cola y me costó ¡¡¡12,50 €!!! Lo mismo que un menú... Cuándo pregunté sobre el precio me dice que el bocata es con pan de cristal que yo no lo pedí y encima los calamares eran cuatro anillos con un kilo de rebozado.
Tengo claro que con los tiempos que corren cierran en máximo un año aunque yo no volveré