Isamar

Casa de comidas con un mimo al buen producto y al recetario tradicional.
La selección de vinos está sin duda muy por encima que los demás sitios del barrio. Totalmente recomendable.

Excelente casa de comidas.
Genero excepcional y magníficamente cocinado.
Servicio atento y eficaz.
Cumple medidas anti COVID con suficiente separación entre mesas.
Gamba blanca de entrante y delicias de merluza de principal, de postre una deliciosa torrija.
Lugar para repetir y recomendar.

Paco y familia son unos fenómenos que llevan deleitando desde los años 50 los estómagos de quien visita su casa. Son para mi sitios que no deberían faltar en los barrios, casas de comidas donde el éxito reside en la cocina reconfortante que todos de alguna manera o de otra buscamos. Además el sitio a nivel de vinos es extraordinario. Se ve la pasión que procesan en este apartado encontrando vinos desde los más cercanos de Madrid o Los más alejados de tierras de Nueva Zelanda. Para mí es un espacio inmejorable tanto en el aspecto humano que procesan como la calidad en cocina y vinos.

Resturante Isamar lleva casi 60 años fiel a su concepto. Cocina casera con mayúsculas, máximo respeto por un producto de primera calidad y elaboraciones clásicas, típicas de Madrid. Platos de cuchara, guisos, carnes, pescados, mariscos y postres caseros, sin altibajos, sin sorpresas, cocina autentica y elaboraciones perfectas. Se agradece que utilicen buen aceite de oliva y siempre limpio. Muy difícil encontrar dentro de la oferta gastronómica madrileña un sitio donde se pueda comer como en casa de nuestras madres o de nuestras abuelas. Destaca la selección de vinos nacionales e internacionales para verdaderos amantes del vino.

Famosos por sus vinos. Hemos tomado una copa de un oloroso buenísimo y un vino de tierra de valladolid, que también estaba genial. No hemos probado la comida.

Es un garn lugar donde tomar un vino con amigos, comer o cenar con una carta acertada tanto en la comida como en la bebida.

Todo exquisito muy buena calidad a cada plato mejor.

Bar de barrio con buen producto y bodega excepcional. Merece la pena el desplazamiento.