Restaurante Casa Santa Cruz

Restaurante donde destaca su gran terraza en medio de un parque, ideal si vas con niños, donde poder hacer una sobremesa mientras los niños juegan en el parque y van y vienen. En cuanto a lo mas importante, la comida, buenas raciones pero muy subidas de precio, sin duda hay sitios donde por ese coste se come mucho mejor. El servicio, las veces que he estado muy lentos, desarbolados por el número de comensales, mucho tiempo de espera en las comandas y los platos mas bien templados al servirlos.

Precio excesivo para una calidad normal.
La atención recibida por los camareros, fue buena, con rapidez tanto en terraza como en el interior del restaurante, sin embargo, nos pareció algo lenta la respuesta en cocina, unos 40 minutos desde que pedimos hasta que trajeron el primero para compartir (un calamar plancha), y no pusieron ningún aperitivo para ir haciendo tiempo, que suele ser lo habitual en éste tipo de establecimientos.
Las instalaciones son cómodas y espaciosas, imprescindible para los tiempos que corren.
Para hacerme una idea, suelo tomar como referencia algún vino que conozca, y en éste caso, tanto el Rioja, como el Rivera de Duero era el precio en grandes superficies x3, lo cual me parece un exceso.
La carne a la parrilla estaba con un punto adecuado a lo solicitado y rica, y muy buenas las patatas que pusieron de acompañamiento.
Los postres, caseros, normales, si bien el helado de vainilla que acompaña a la tarta de arroz con leche, estaba muy rico.
Es muy conveniente revisar la cuenta, ya que en nuestro caso venían facturadas algunas bebidas que no habíamos consumido, que fueron quitadas de la minuta sin más.

Después de 50 minutos esperando a la comanda y un servicio pésimo nos empezaron a traer la comida a marchas forzadas. Unas verduras a la plancha crudas y algunas quemadas hechas en 5 minutos, unas alcachofas con jamón que después de quitarlas 4 capas de hojas se podían comer, una parrillada de carne muy pasada en cocción y por último un chuletón de vaca añeja de 52€ pasadísimo casi seco, postres carísimos y café. Él precio es desorbitado para la calidad de la cocina, la presentación y el servicio.

Comí menú de 22€: muy buenas las verdinas con almejas. La picaña se había acabado y la sustituyeron por entrecot, bien. Fruta de temporada tenían solo melón y opté por tarta de Santiago. Las otras dos comensales eligieron crujiente de morcilla y risotto de setas. Probé ambos y me parecieron muy buenos. Personal atento.

Buen local, moderno y funcional. La calidad de la comida y su elaboración muy buena. El servicio correcto, muy amables, pero un poco desbordado pues el paso ha sido un poco lento.

Es posible que en esta ocasión no haya pillado el mejor día de este restaurante,. Es un sitio bonito, con buen servicio, donde por unos 40-50 euros por persona puedes comer bien. Hacía un año al menos que no venía (las veces anteriores en su ubicación anterior en el Parque de los Castillos, como "Casa Santa Cruz"), pero el entrecot me ha parecido insípido y el arroz con bogavante no estaba tan bueno como lo recordaba.

La gamba blanca estaba buena, (de 4 estrellas).

Bar en pleno Parque de la Rivota, emplazamiento perfecto. Por lo demás servicio normal, precios moderadamente abultados, aperitivos con las consumiciones regulares. Se realizan eventos, comuniones y bodas, dispone de salones interiores y la terraza es bastante grande.

Buena cocina. Para mi lo mejor es el lomo de bellota embuchado. La ensaladilla con atún ahumado está bien, pero ni acabo de ver muy bien porque juntarlos. Quizá soy muy tradicional, pero prefiero la ensaladilla por un lado y el atún por otro. El steak tartare está bien pero no sorprende. El local es agradable y sobre todo el personal muy amable y agradable. Un poco caro si comes de carta, pero recomendable. De loa mejores restaurantes de la zona sur de Madrid.