Restaurante CERRADO

Lo que destacaríamos de este lugar ha sido la atención de las camareras, que ha sido excelente, con mención especial a Inmaculada (hemos preguntado el nombre para asegurarnos de que llegue la buena atención que nos ha dado). A pesar del estrés en un día muy concurrido nos ha atendido con muchísima simpatía y detalle, preparándonos una mesa en el balcón. Además, la comida ha estado muy rica. Volveremos!!

Lo mejor la simpatía de la camarera.
Casi 40 euros por dos cervezas, un pisto de bote para uno, con un huevo pasado por completo, dos panecillos por 2,40 euros y unos huevos revueltos desastrosos, lo único bueno el jamon. Además de meter 2 euros más en uno de los platos. Cocina desastrosa.
Ahora entiendo, como casi todo el mundo sólo bebe en Chinchón.

La Sastreria.
Así se llama ahora.
Bar con terraza,en la Plaza de Chinchon, donde nos sentamos a tomar 2 cañas.
No ponen aperitivo.
Tuvimos que pedirlo.

Hemos probado los dos menús. Las migas recalentadas con el microondas, y el huevo frito tambien cocinado en el micro. De segundo pollo al ajillo que estaba medio crudo, soso y sin ajo. Ese ha sido el menú de 12 euros. El menú de 18 euros con salmorejo, no estaba mal, y cochifrito, trozos grandes, resecos, sosos y patatas tambien resecas. La botella de gaseosa sin gas (creemos que la han rellenado). La tarta de queso tambien reseca del día anterior. Nada recomendable.

Aceptable. Por lo menos no te timan como en otros cercanos.
Cocina pobre y descuidada, cerveza fría y servicio atento.
Es todo lo que se puede pedir.