Restaurante Estacion De Autobuses

Excelente tanto en calidad, atención.

Pedimos media ración de ibéricos y están increíbles, bien presentados y un saber esquisito.

Luego pedimos calamares, y lomo de cerdo y también con un sabor bueno y los huevos fritos nada que ver el sabor con los súper, se nota que eran de granja.

El postre presentado de forma muy original, la tarta de queso muy buena y la crema de limón de rechupete.

Además nos trajimos una cuña de queso y medio lomo.

Merece la pena ir.

Buena relación calidad/precio. las carnes ibéricas, excepcionales y a buen precio. El camarero que sirve la terraza es un gran profesional, pero está solo para servir todas las mesas. Eso hace que cuando está lleno haya que esperar mucho para pedir, y que la cerveza llegue sin fuerza a la mesa. El cuarto de baño no estaba limpio y no habia jabón en el lavabo.

Comimos allí por casualidad, la primera impresión buena, sin duda lo mejor fue el servicio del camarero.
El salmorejo estaba bueno, pero el solomillo "a la pimienta" era carne con nata(literal)la salsa no sabía a nada y el magro con tomate aguado y sin sabor, las cantidades son grandes pero el resto no, la cocina dejó bastante que desear, no se si por un error pero la verdad que no fue acertada.
No se si es lo habitual, si es así no lo recomendaría, si es un fallo, habría que dar otra oportunidad

Buen sitio para desayunar. El pan de las tostadas riquísimo y el jamón para chuparse los dedos. Precios normales.

Muy buen servicio, rápido y amable.
La comida muy rica y buen precio.
Recomendado.

No le doy menos estrellas porque no es posible. Llegamos y tras preguntar dos veces si nos podían atender, a la segunda vez me responde el camarero que tiene mucho lío que no sabe cuando nos podrá atender. Pues menos mal que no había mucha gente si no nose como hubiera sido su contestación. Pues nada tuvimos que irnos sin comer porque no le apetecía servirnos. No lo recomiendo para nada en absoluto!!!

Íbamos de paso y decidimos parar en el Restaurante Estación de Autobuses. ¡Nos sorprendió! Tomamos un refresco y nos pusieron de aperitivo unas patatas chips caseras riquísimas. Nos sentamos en la terracita que tienen y pedimos croquetas, boquerones y secreto. Un producto de calidad y bien cocinado, sin aceites que sobren en el plato. Las guarniciones eran patatas caseras, no congeladas, que es de agradecer, y ensalada, bien aliñada, no lechuga “seca” como te ponen en muchos sitios. Un servicio excepcional por parte del camarero que nos atendió, que fue amable, cordial y simpático. Y sabemos de lo que hablamos, ya que nos hemos dedicado por 15 años a la hostelería. ¡Sin duda repetiremos!

Un local amplio y de buen ambiente. Yo comí bien y en abundancia en el salón interior —con aire acondicionado—, aunque después tomé café en la terraza, que también es buena idea. El servicio, excelente; y en cuanto a la relación calidad-precio, inmejorable. Yo procuraré parar allí siempre que pase cerca.