Bar Pastelería Mauro y Salones Selene

Estuvimos en una boda y fue todo genial. El cóctel estupendo y la comida de diez. Las carrilleras al vino tinto son otro nivel. La atención y amabilidad extrema. Gracias

Los Salones Selene tienen el mejor personal del mundo para hacer banquetes de boda. Personal trabajador y predispuesto como pocos me he encontrado yo en mi carrera de Wedding Planner. La pastelería Mauro tiene verdaderos manjares. Si te vas a casar en Badajoz, no dejes de pasarte por la Zarza. Gracias Jose Mari, a tí y a todo tu equipo.

Compramos, cómo siempre que vamos, rosquillas de chocolate. Encargamos el pedido por teléfono también como siempre y tengo la sensación que nos engañaron. El pedido estaba preparado para llevarlo y no lo comprobamos, cómo siempre. Cuando llegamos a Madrid y fuimos a comerlas, nuestra sorpresa fue que había mezcladas de dos tamaños. Unas del tamaño de siempre y otras exactamente la mitad. No pesamos la caja pero dudo que pesará un kilo aprox.
Pero lo peor fue el sabor. No saben a nada, ni el hojaldre ni el chocolate. Una decepción total. Han debido de abaratar costes en detrimento de calidad. Llevamos muchos años consumiendo las y estás de ahora una auténtica decepción.

Una de las mejores pastelerias que conozco.
El trato encantador y la pasteleria riquisima.
Hacen envíos a toda España, son serios y rápidos.
Lo tipico son los roscos de chocolate!!! Un kilo sale unos 6 euros!! Calidad-precio impresionante!

Obrador con toda clase de repostería típica de panadería tradicional. Es un pecado no probar sus famosas roscas de Málaga. Aconsejaría desviar un poquito la ruta de viaje para hacer acopio de sus productos.

Tardaron mucho en atendernos, no digo en sentarnos que eso puede llegar a ser normal un domingo con mucha afluencia de público, y nos advirtieron de que teniamos que esperar para poder entrar. Una vez nos sentamos a comer tardaron mas de 20min en tomarnos nota, despues de que le dijéramos al camarero que si nos tomaba nota parecía que nos estaba tomando el pelo, a parte que a uno de los amigos que venían, le dió un fuerte golpe en la silla al pasar que se asustó y todo, y no le pidió ni disculpas, es normal, te puedes tropezar, pero pide disculpas, yo entiendo que tienen mucho trabajo, y que todos tenemos días malos, no se lo tengo en cuenta, no sé si será habitual este trato o fue mala suerte.
La comida esta bien, abundantes raciones, nos sobró comida. La tortilla, eso si, vino medio fria y no estaba recién echa, eso me pareció un feo detalle, a parte que estaba muy cuajada y no muy buena. Croquetas riquísimas, calamares sin más y albóndigas estupendas.

No lo recomendaría a un amigo, pero, como digo, solo he ido una vez y no sé si fue casualidad.

Siempre es un placer disfrutar de las exquisiteces de esta pastelería y además la atención inmejorable.

Un lugar maravilloso, donde los sueños se hacen realidad en forma de dulces. La obra cumbre de Mauro son las roscas, ¡Una maravilla! El tiempo no hace más que reafirmar lo dicho😋😋