Restaurante La Azuela

La comida muy buena y muy bien echa, todo casero. El restaurante precioso, es un caseron todo de piedra muy bien decorado, tienen un patio precioso en el que puedes comer a la sobra.
El trato estupendo salió la cocinera a enseñanos una tarta de frambuesas que había echo que estaba buenisima.
El precio estuvo bien en relación a la calidad.

Restaurante con cocina casera riquisimo.
El sitio es precioso y la comida y el trato genial, muy recomendable. I

Muy buen trato. La cocinera salió a atendernos y nos explico todo lo del menú. Muy agradable. Fuimos 4 personas y un perro al cuál le ofrecieron agua y comida sin nosotros pedir nada. Esos son detalles que marcan. Gracias por el rato que nos hicieron pasar.

Muy grata experiencia haber conocido este restaurante. Isabel a la cocina demuestra su buena mano con unos platos muy bien elaborados, también abundantes, a la vez que aconseja a los comensales y atiende con un trato exquisito. Por 25 € de media comimos sobradamente 4 adultos y un menor, con vino, postres magníficos, y chupito (gran descubrimiento el aguardiente de membrillo). Sin duda repetiremos.

La mejor cocinera que he conocido en mucho tiempo. Nos atendieron super bien, me asombró mucho el sabor del queso de oveja con mango, inigualable la verdad. Nos sirvieron varios platos para compartir, cada uno mejor que el anterior y al final la cuenta fue una grata sorpresa. Quedamos a reventar y pagamos relativamente poco (25 euros cada uno) por tanto y de tan buena calidad. Es la mezcla perfecta entre tradición e innovación

Impresionante el local, rústico pero recientemente reformado, bien decorado y con muchos detalles a valorar, con personalidad, creo que es el más bonito de la comarca (la terraza no la he probado aún pero tengo ganas de hacerlo). La comida muy rica, elaboración casera y esmerada, con detalles y mucha ilusión por agradar, especialmente los postres. Propietarios amables y con ganas. Dadas las alternativas de la zona, mucho más baratas y sencillas, les auguro mucho futuro, acaban de empezar como quien dice y quedarán algunas cosas por pulir, pero la base es muy buena y se agradecen proyectos así en la Sierra de Gata.

El sitio es muy bonito, la comida bien, el trato correcto, pero que te pidan una botella de vino y no llegue a la mesa, que te pidan un tercio y que no haya, que te pidan mayonesa y tampoco la haya....y para rematar que pidas un poco de pan y que se ha terminado "apañarnos con eso que os queda"...,al rato, a los 5 minutos la mesa de al lado pide pan y le lleva una cesta. Que bonito está eso!!. Todo un detalle. En fin...

Simplemente extraordinario, el trato, la comida.... Llegamos tarde pero nos recibieron con mucha amabilidad, nos pusieron una mesa y comimos fenomenal. Los buñuelos de bacalao, las croquetas de boletos, un entrecot muy recomendable y los postres.... Tremendos... El de chocolate blanco es inigualable. Un 10, sin duda.