A Fonte do Raposo

Viendo las reseñas que tiene, no podíamos dejar de visitarlo y comprobar que es merecido todo comentario. La comida muy buena, el trato espectacular, y la ubicación, con esa terraza con vistas al mar. Recomendado 100%.

Volvimos a alojarnos en el hotel Mar de Fisterra por tercer año consecutivo. Un sitio con vistas impresionantes y un personal encantador.
Además de los desayunos buffette que ofrece el hotel, muy completos (galletas, cereales, fruta variada, tostadas, fiambre, bollería fresca, yogures, tostadas...), su restaurante A Fonte do Raposo tiene estupenda terraza con vistas a la playa para comer productos típicos gallegos como pulpo, pimientos de padrón, navajas...y también platos modernos como tallarines, arroces, hamburguesas... Gran servicio y buena comida un año más. Seguiremos viniendo al hotel y al restaurante siempre que estemos por Fisterra.

Las vistas son geniales y el lugar con encanto. Platos cuidados y diferentes de lo que te encuentras en típicos sitios de playa. Los espaguetis marineros muy ricos..100% recomendable, y genial relación calidad precio. Hay opciones para vegetarianos, para niños, también algunos cócteles.

Llegamos a este sitio por casualidad y ¡ qué bien ! Unas vistas preciosas, un camarero encantador y una comida con muy buena calidad - precio. Llegamos sin reserva y pudimos comer porque era pronto, pero poco después de nosotros empezó a llegar mucha gente y sin reserva hubiera sido imposible. ¡ Fenomenal !

Un restaurante muy bonito, pequeño pero muy coqueto con una terraza para comer mirando al mar. La camarera ha sido muy amable con nosotros y nos ha recomendado para elegir mejor nuestra comida. Ya en cuanto la comida ha estado riquísima, unas croquetas sabrosas nada aceitosas, unos lingüinis de verdura muy ricos y muy bien cocinados y un arroz maruxiña con muy buen punto. Es recomendable reservar porque cierran la cocina a las 16 y el establecimiento no es muy grande. Todo se pide por carta no hay menú del dia. El ambiente y la comida ha sido de 10! Muy recomendable.

No es fácil encontrar una ubicación más idónea para comer, tomar unas cañas o unas tapas. Ya sea la hora de almuerzo de comida o de cena. El paisaje es en todo momento de lo más idílico, frente al mar y a la playa de langosteira, pero a la vez tranquilo y con una temperatura súper agradable.
Local más bien pequeño, aunque cuenta con una terraza arriba y otra en la puerta del local. (Esta para mí la mejor)
La comida muy rica, tanto los langostinos agabardinados como los arroces o las hamburguesas en pan brioche.
Calidad-precio espectacular y servicio muy amable.
Para consolidar unas buenas vacaciones.

Eso sí, procura aparcar antes de llegar al local. En esa calle es prácticamente imposible .

De casualidad nos encontramos con este restaurante después de un paseo, esta en un lugar idílico enfrente de la playa de Langosteira, con unas vistas preciosas. Nos sorprendió gratamente! El personal atento y super agradable todo el tiempo. Tomamos una hamburguesa raposiña y una lasaña de lacón y grelos que estaba de vicio, y un postre casero buenísmo !! Nos recomendaron un vino que estaba muy bueno, se nota que hacen con cariño las cosas!

Positivo: calidad de la comida. Está todo riquísimo. Platos tradicionales pero con una vuelta particular del chef.

Negativo: los tiempos de espera se hacen demasiado largos.

Como anecdota nos llamó la atención a nosotros y al resto de las mesas, que aun estando la sala interior vacia y alguna mesa vacía también en terraza, la gente que preguntaba si podía comer a todos les dijeron que no. O tienen la materia muy justa para las comandas reservadas o el chef no se complica, teniendo en cuenta que está el solo en cocina. Por lo que si no reservas, no comerás.