Restaurante O Castelo, Adega Algueira, Doade

El restaurante O Castelo es una maravilla culinaria en la Ribera Sacra. Tiene varias zonas y ambientes de interior y terraza, en un entorno natural espectacular. La carta es variada y de gran calidad, destacando, entre lo probado, las carnes, tales como el jarrete y el canelon relleno de rabo de toro. Las almejas en salsa destacan especialmente entre los productos de mar. La atención de los camareros y de la gestión del restaurante fue excepcional, muy cercana y amable. Recomendable!

Fuimos en enero, cuando no se puede escoger la opción del pack con visita a bodega y paseo en Catamarán, pero aún así la experiencia fue muy buena.

El paraje en el que está ubicado el restaurante es espectacular. No sólo estar allí es impresionante, las carreteras al llegar también son una experiencia.

En cuanto a la comida, pedimos un menú que vale 30 euros y un plato de canelones.

La vieira del menú estaba buena, pero el principal con el Jarrete de ternera con las castañas es lo que sorprende. La salsa de los canelones también estaba exquisita.

Llegamos a los postres y es aquí donde tenemos el mejor recuerdo. Es impresionante “el castañazo”, con helado de castaña, tarta y licor de castaña. Nunca habíamos probado algo así. La tarta de bananofle también estaba muy buena.

La atención del camarero y todo el equipo también fue muy servicial, gran simpatía y buen servicio.

Sitio tranquilo y buena comida, las croquetas de setas y cecina estaban muy ricas, mientras que la empanada no fue lo que esperaba. El canelon trufado estaba muy bueno ni muy fuerte ni muy suave. Muy buen servicio y bonito restaurante.

Maravilloso enclave, local y la comida riquísima.
No le doy cinco estrellas porque hemos pasado un poquito de frío y al principio tuvimos que esperar sentados bastante hasta que nos tomaran nota pero luego fue todo muy rápido, el camarero muy atento y profesional. La comida deliciosa. Incluso hay menu por 28€, sin vino que está genial. Lo recomiendo totalmente

Tomamos el menú del paquete de enoturismo. De primeros, su empanada casera y la vieira a la gallega. De segundos una sarten de huevos con zorza y patatas y merluza a la plancha con verduras.
De postres tarta de castañas con helado de castaña y tarta de la abuela.
Siendo un menú sin vino incluido, nos pareció que eran platos demasiado sencillos para los 30€ por persona.

Un bonito lugar, comiendo con vistas a un bosque. La comida estupenda y el servicio fantástico. Muy recomendable.

Restaurante ubicado en un marco incomparable, un canto a la naturaleza.
Carta muy variada. La preparación de la vieira es de lo mejor que he probado en mi vida. El rape y el bacalao exquisitos. Amplia variedad de postres de la casa. El personal es muy amable. Sirven muy rápido.
Vale la pena!

Después de la cata en la bodega decidimos comer en el restaurante. Todo un acierto.

Imprescindibles las croquetas de cecina, boletus y frutos secos, y el canelón de rabo de toro.
El jarrete estaba bueno pero quizá un poco falto de sabor. La viera rica.

Muy recomendable para estar tranquilo después de la cata.