Restaurante Casa Portuguesa

Sitio recomendado, la comida está muy buena. Hubo un poco de lío al principio, porque nos dijeron que había menú, al llegar se nos dijo que al reservar mesa no había menú, luego amablemente nos explicaron que el menú es en invierno, pero fue algo confusa la explicación. La atención muy amable, la comida salió rápido y estaba todo muy rico, pero cantidad precio, es algo caro. Nos pusieron unos boquerones cortesía de la casa.

Calidad exquisita. Los calamares en concreto estaban como no los había probado nunca. Creo que cobrar el pan con esos precios sobra, pero igual soy yo que soy tacaño 🤪

El salpicón de marisco, súper jugoso, la raya y el lenguado delicioso y el chuletón de vaca de bandeira en su punto.Una atención de 10, una familia encantadora y trato exquisito.Lo recomiendo 100%,y me encanta la vinoteca qué montaron abajo, acogedora y para repetir si eres de vinos como yo.Cita ineludible.

Mucha limpieza pero algún fallito como agua caliente en la ducha.Lo demás muy buen sitio y buena comida .Le pondría una estrella más. Si no fuese ese fallo

Mariscos y pescados de la ría. Buenísimos y muy bien cocinados. Calidad excelente y trato maravilloso.
No dejen d probar también las croquetas de pulpo y de cecina y puerros.
Para ir una y otra vez y cada vez mejor!!!

tanto el trato de los camareros, como la comida, super bien.
nos recomendaron un vino blando portugues riquisimo y después nos ofrecieron una copa de uno espumoso para terminar espectacular. se agradece el detalle que tuvieron de la recomendación
además nos quedamos alojados en el hotel y todo perfecto, sin duda muy recomendable

No me parece una experiencia repetirlo.
La comida sin más, el restaurante sin más, los camareros muy majos pero los precios demasiado elevados para lo que ofrece.
Aparte tardan mucho en servir la cena

Magnífico restaurante,destacar la calidad de la carta.,una cocina excelente.
Padi Rodaballo a la Gallega y mi compañera chuletas de cordero,estaba todo buenísimo.
De los pocos restaurantes donde no mienten en la carta y llaman a las cosas por su nombre.
Un 10.