Rectoral de Castillón. Hotel Rural-Restaurante

Nos encantó el edificio y su jardín, merece la pena darse una vuelta, es un lugar con un encanto especial. En cuanto al restaurante, comimos de maravilla, los platos estaban todos muy buenos, además del buen trato del camarero que nos atendió y la dueña del local, amables y atentos en todo momento. Esperamos volver.

Restaurante en Pantón, a 15 minutos de Monforte de Lemos. Lo elegimos para comer porque podíamos ir con nuestra mascota y fue todo un acierto. Las instalaciones, el entorno natural, la amabilidad y atención del personal estupendos. Comimos muy bien y por poner una pega el cafe con leche en taza pequeña apenas se degusta, pero estaba muy rico.
Si vas con perro este es tu sitio.

Comimos hace un tiempo en la Rectoral de Castillón y nos ha parecido un sitio muy recomendable, guardamos muy buen recuerdo.

De entrantes: Bolitas de castaña y setas, timbal de la casa, y de segundos: Solomillo, jarrete al vino mencía y carrilleras de ternera con pure de castañas.

Todo muy bueno, con un trato cordial.

Un lugar maravilloso. El sitio espectacular, da una paz, una sensación de libertad... Me ha encantado. En cuanto a la comida no se puede pedir más, platos deliciosos preparados con cariño y sobre todo la atención de 10.Muy correctos y muy agradables, esmerandose porque todo este a gusto del comensal lo cual se agradece mucho. De repetir por supuesto, d recomendar 100% y con ganas de probar el hospedaje que será en un futuro próximo!!

Se respira paz en ese bonito jardín, el personal es muy atento, la habitación es espaciosa y todo el hotel está decorado con muy buen gusto.

Es un lugar con encanto, con solera, con...historia. Lástima que no funcione todos los días del año. El personal es encantador, siempre intentando que todo esté perfecto.

Comida espectacular. Lugar mágico. Atención muy cuidada

Todo en este lugar es perfecto ! Un entorno de lujo, un restaurante excepcional, un paisaje envolvedor!
Gracias Rosa por todas tus indicaciones maravillosas y por cuidar de nosotros tan divinamente!