Mesón Don Pulpo

Sin dudas yo lo clasificaría como un lugar de parada obligatoria en el Camino Portugués, en un lugar amplio, moderno y limpio, cuentan con buena atención, la chica que me atendió fue muy amable y atenta, el sitio tenía muy buena música y espacios para cargar los teléfonos u otros equipos. Recomiendo comer el pulpo, es un plato de pulpo cortado en trozos bañado en aceite de oliva y polvo de alguna especia que desconozco, el plato viene acompañado de pan, pero la textura que tiene el pulpo es increíble, casi se deshace en la boca, el plato es económico en comparación al precio en otros establecimientos. Lugar 100% recomendado para hacer una parada para recargar energías y seguir el camino

Iba con la bici desde Vigo hasta Caldas de Reis, pasé de camino por San Amaro y llegué reventado por las cuestas, me pusieron una hamburguesa como un castillo de grande que me resucitó por completo. Todo buenísimo y muy amables. 10/10.

Este negocio puede morir de Éxito. Dos meseras para más de 60 personas queriendo comer. Deberían observar la nueva posibilidad tener un bufet y mejorar la atención. Tienen caminantes hambrientos q deben esperar y hay gente que se va porque está lleno. Aprovechen la temporada y preparen un nuevo modelo de negocio y servicio para no morir de éxito. Bufet, precios finos y más rapidez. Menos café personalizado

Parada casi obligatoria para reponer fuerzas si vas haciendo el camino portugués, estaba bastante lleno y no era fácil encontrar ningún hueco libre, pero bueno al final pudimos tomarnos algo rápido y continuar 👍

El sitio está muy bien pero en la época del año que paramos nosotros estaba demasiado concurrido y para poder sentarnos a descansar mientras robamos unas cocacolas nos tuvimos que ir a un banco que estaba alado de este establecimiento. La atención fue buena así que es un sitio que recomiendo para pararte a descansar.

Buen sitio para descansar en el camino y estupenda atención.
Tienen un bonito sello para los peregrinos.
Recomendable

Lugar muy bien acondicionado en plena ruta del camino de Santiago. Parada obligada de innumerables peregrinos y ciclistas. Lugar para dejar las bicicletas a buen recaudo. Eva y el resto de personal de 10.

Íbamos haciendo el camino portugués, paramos a comer. Bocatas generosos, bien cargados y muy buenos. Aprovechamos para preguntar si tenían teléfonos de alojamiento más adelante porque en estas fechas el camino está saturado. El dueño nos hizo el favor de llamar a varios sitios y encontrarnos alojamiento además de facilitarnos la forma de acceder. Establecimientos como este en el camino es lo que debería de predominar, un encanto encontrar personas así en estas situaciones en las que abunda el aprovechamiento.